La obesidad infantil es seguramente la cara más terrible de la epidemia mundial que supone el exceso de peso. Los niños son el colectivo más indefenso y en el que más ha aumentado esta dolencia durante los últimos años. Los datos son especialmente preocupantes en EEUU, con una incidencia de casi una quinta parte de la población, según datos del CDC. Y en gran cantidad de países, España incluida, estamos llegando a índices similares.
Se suele pensar que una de las causas de este sobrepeso entre los más jóvenes es la falta de ejercicio. La actividad física se ha reducido considerablemente, así que lo normal es estar bastante de acuerdo con esta afirmación. Sin ninguna duda el ejercicio es fundamental para que niños y niñas mantengan una buena salud, así que se debe fomentar que hagan deporte, jueguen y se muevan. Pero, a la vista de lo que dice la ciencia y si el objetivo es prevenir la obesidad, parece que con hacer más ejercicio no es suficiente. Así lo indican los más recientes meta-análisis.
Por ejemplo, hace tan solo unos meses se publicó "Systematic review and meta-analysis of the association between childhood overweight and obesity and primary school diet and physical activity policies" (2013) y los autores concluyeron que la actividad física, por si sola, no era suficiente para prevenir y combatir la obesidad de niños de primaria de forma exitosa. Tampoco se encontraron ventajas significativas en la reducción de peso gracias al ejercicio físico en otro reciente meta-análisis "Impact of dietary and exercise interventions on weight change and metabolic outcomes in obese children and adolescents: a systematic review and meta-analysis of randomized trials" (2013), como puede observarse en el gráfico específico sobre el tema que incluyeron los expertos que lo realizaron:
En esta misma línea, aunque se trata de un estudio observacional, me parece especialmente interesante el trabajo publicado en Nature "Fatness predicts decreased physical activity and increased sedentary time, but not vice versa: support from a longitudinal study in 8- to 11-year-old children" como base para focalizar un poco más futuras investigaciones y reflexionar sobre esta aparente falta de eficacia. Al igual que los meta-análisis anteriores, parece confirmar que la cosa no está tan clara, ni mucho menos, y lo ha hecho de una forma un poco especial.
En este trabajo los investigadores estudiaron la evolución de más de 700 niños durante 200 días y comprobaron que la obesidad y la actividad física estaban correlacionados, como era esperable. Pero a la hora de entrar en más detalle y analizar las variaciones en el tiempo, se encontraron con un resultado bastante curioso. Observaron que los cambios en la obesidad sirvieron para predecir los cambio de la actividad física, es decir, aquellos niños que más engordaron, acabaron moviéndose menos. Pero, por el contrario el aumento de la actividad física, tanto moderada como vigorosa, no sirvió para predecir la reducción del sobrepeso. Los autores han llegado a comentar que "parece bastante claro que el sobrepeso provoca sedentarismo, pero no tanto que el sedentarismo provoque sobrepeso".
Lo dicho, curioso e interesante resultado. En mi opinión, insisto, una prueba más de que las intervenciones dirigidas a prevenir la obesidad infantil tienen que ser bastante más complejas y completas que la simple promoción de la actividad física. Que es muy necesaria, pero no suficiente.
Leí el libro de Gary Tubes "como engordamos y qué hacer al respecto", él sostiene la teoría de que la obesidad nos hace sedentarios, que nuestro cuerpo se vuelve ahorrativo y tiene preferencia por la glucosa... un punto de vista que coincide con lo que comentas en el artículo. Personalmente yo he notado que al dejar los hidratos y alimentarme a partir de grasas, proteinas e hidratos de lenta asimilación, me encuentro más activo, y aunque pratico deporte habitualmente, no tengo la necesidad de sofá y tv, cosa que antes sí me ocurría, en fin yo soy de los que piensa que la obesidad lleva el sedentarismo asociado y no al revés, de hecho conozco numerables personas en una lucha constante para mantener el peso con el deporte, cuando no se dan cuenta que fallan con la alimentación (pasta, hidratos...). Un saludo
ResponderEliminarGABRIEL : Estoy con Ud.Creo que aquí el huevo es la alimentación( porque esta claro que fue primero el huevo) y que el circulo vicioso debe empezar a romperse desde ahí, come bien-- adelgaza---sientete activo --- y te moverás.
EliminarAl igual que Taubes, Lustig argumenta lo mismo en Fat Chance. Y es que el ejercicio físico, importantísimo para tener unos adecuados niveles de fuerza, resistencia y, sobre todo, movilidad, en lo que a perder peso (grasa) se refiere, parece ser un mero, aunque importante, complemento, en tanto que mejora nuestra resistencia a la insulina, quema calorías, nos libera del estrés...pero efectivamente, yo creo que se puede adelgazar haciendo dieta y tumbado en el sillón...aunque luego nos duela la espalda y no seamos capaces de levantarnos a tiempo para llegar al cuarto de baño ;-)
ResponderEliminarExcelente post, como nos tienes habituados :)
ResponderEliminarDos peticiones: hipertensión. A parte de las legumbres, qué puede hacer bajar esta maldita hipertensión?
Patatas (cocidas): tienen un alto índice glucémico, sí, pero hay datos que muestren sus efectos?
Les propongo a los investigadores que se vayan a cualquier centro de secundaria y vean lo que comen los niños de secundaria en el recreo, tanto preparado por los padres como comprado en la cafeteria por ellos. Eso eliminaría muchas dudas y mucho ruido de sus futuras investigaciones.
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