La autoridad de seguridad alimentaria europea EFSA acaba de publicar el documento "Scientific Opinion on health benefits of seafood (fish and shellfish) consumption in relation to health risks associated with exposure to methylmercury", en el que han evaluado los beneficios y riesgos para la salud del consumo de pescado, teniendo en cuenta tanto su aportación nutricional como su contenido de contaminantes (sobre todo metilmercurio). Pueden descargarselo completo desde este enlace (son más de 70 páginas).
Esta sería la traducción de las conclusiones finales:
"a) El pescado y marisco son una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico, y contribuyen a la ingesta de nutrientes esenciales, como el yodo, selenio, calcio y vitaminas A y D, con beneficios para la salud bien establecidos. También proporcionan ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga, y es un componente de los patrones dietéticos asociados a una buena salud. La mayoría de las directrices europeas recomiendan un mínimo de dos porciones de pescado por semana para niños mayores, adolescentes y adultos para garantizar la provisión de nutrientes clave, especialmente ácidos omega-3, así como de vitamina D, yodo y selenio. Las recomendaciones para los niños y las mujeres embarazadas se refieren al tipo de pescado y también se basan en consideraciones de seguridad, es decir, la presencia de contaminantes. Los datos disponibles para los países europeos y para los diversos grupos de edad muestra una gran variación en la cantidad, en el tipo de productos del mar y de las especies. Aunque los datos de las encuestas europeas son difíciles de comparar, en gran parte es desconocido el tipo de pescado y marisco consumido en algunos países, y los datos son particularmente escasos para los niños. El pescado y marisco proporcionan las cantidades recomendadas de omega-3 en la mayoría de los países europeos considerados y contribuye a las necesidades de otros nutrientes esenciales, como la vitamina D, el yodo o el selenio, en algunos países.
b) El consumo de alrededor de 1-2 porciones de pescado por semana y hasta 3-4 porciones por semana durante el embarazo se ha asociado con mejores resultados funcionales del neurodesarrollo en los niños, en comparación con la falta de consumo. Estas cantidades también se han asociado con un menor riesgo de mortalidad por enfermedad cardíaca coronaria en adultos y son compatibles con las actuales recomendaciones en la mayoría de los países europeos considerados. Estas asociaciones se refieren a pescado y mariscos per se, por lo que incluyen tanto los efectos beneficiosos como los adversos de los nutrientes y no nutrientes (es decir, incluidos los contaminantes como el metilmercurio). No hay evidencias de mayores beneficios neurológicos o de reducción de la mortalidad por enfermedad coronaria a cantidades superiores a las indicadas.
c) Los beneficios para la salud observados como consecuencia del consumo de pescado durante el embarazo pueden depender de la condición materna con respecto a los nutrientes que influyen en el desarrollo del sistema nervioso central del feto (por ejemplo, ácido docosahexaenoico (DHA) y yodo) y de la contribución de pescado y marisco (con relación a otras fuentes de alimentos) para cumplir los requisitos de tales nutrientes durante el embarazo. Si se cumplen los requisitos establecidos para dichos nutrientes no es esperable ningún efecto en los resultados funcionales del desarrollo neurológico de los niños. Los beneficios para la salud del consumo de pescado en la reducción del riesgo de mortalidad por enfermedad coronaria son debidos probablemente al contenido de ácidos grasos omega-3 de cadena larga en pescados y mariscos.
d) El análisis cuantitativo de los beneficios del consumo de pescado y mariscos durante el embarazo y los resultados del desarrollo neurológico de los niños, y del consumo de pescados y mariscos en la edad adulta y el riesgo de mortalidad por enfermedad coronaria se ven obstaculizados por la heterogeneidad de los estudios que han investigado este tipo de relaciones. Estos estudios difieren en las herramientas que se utilizan para estimar el consumo de pescados y mariscos, en los instrumentos utilizados para medir (o determinar) los resultados de interés, y en el ajuste de las variables de confusión."
Así que ya sabe, hasta las cantidades indicadas son mayores los beneficios que los posibles riesgos. Y una buena forma de recordar su incorporación en la dieta es mediante la regla "al menos una vez cada dos días".
Antes de empezar a leer ya me estaba asustando "veremos a ver qué dicen" porque yo lo como a diario y sobre el consumo diario no dice nada.
ResponderEliminarSólo comenta que comer más de 3-4 raciones por semana no aporta beneficios extra. Así que puedes estar tranquilo.
ResponderEliminarHola Centinel qué tal. Acabo de leer este artículo http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/sociedad-y-consumo/2012/08/01/211388.php, en el cual sitúa la ingesta óptima de pescado semanal en un tope de 200 gramos de manera que no se exceda de los límites de seguridad. ¿Tú cómo ves esto? ¿Esto es así o no nos podemos fiar de los becarios en agosto? Un saludo artista.
ResponderEliminarEse artículo es de hace 2 años, me parece bastante más relevante la última revisión de la EFSA.
EliminarHola, soy matrona y al final ya no se que recomendarle a las embarazadas. Pescados grandes si o no durante el embarazo y primera infancia?
ResponderEliminarNo hay evidencias de nada malo hasta 3-4 raciones a la semana, al contrario.
EliminarHola centinel,se que este post es antiguo pero no he encontrado otro donde poner mi duda.Aqui habla de mercurio..suelo comer bonito del.norte en lata,cuantas latas a la semama seria recomendable no sobrepasar?
EliminarPor cierto Enhorabuena por tu nuevo libro.
Un saludo
A ver si esto te ayuda:
Eliminarhttps://www.ocu.org/alimentacion/alimentos/noticias/dejar-comer-pescado-por-
mercurio
Entiendo que el consumo de atún, caballa, mero, etc. tres o cuatro veces a la semana (¿qué es una porción? ¿cien, doscientos gramos? ¿es igual si está enlatado?), en base a las recomendaciones de la EFSA y en lo que puede entender una mujer embarazada al leer este artículo, no debería ser preocupante. Y tampoco lo sería el mercurio, al cual algunos estudios lo relacionan con daños cognitivos en el feto en desarrollo. También entiendo que no hay ninguna alternativa a los Omega-3 en el mundo vegetal que puedan solventar posibles carencias, "desactivando" esta posible controversia sobre el consumo de pescado en niños o mujeres embarazadas.
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