Desde hace décadas se conoce la relación entre la obesidad y el cáncer. Aunque la evidencia principal se basa en estudios observacionales, existen diversas hipótesis bastante sólidas para explicar los posibles mecanismos y el análisis de datos complementarios, como por ejemplo la respuesta a la dosis, hacen pensar que la causalidad es bastante probable en esta relación. Lo cierto es que la cantidad de investigaciones es tanta y tan coincidente, que el consenso es casi universal.
Los dos últimos y más masivos estudios sobre el tema tampoco aportan sorpresas. El primero es un meta-análisis realizado por expertos canadienses, "The Association between Obesity and Cancer Risk: A Meta-Analysis of Observational Studies from 1985 to 2011", en el que tras analizar 57 estudios de 18 países, obtienen los siguientes resultados respecto al aumento de riesgo en 13 tipos de cáncer:
Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable
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18 ago 2014
Indicadores sobre colesterol, un ejemplo real
Para contrarrestar el habitual enfoque teórico de este blog, hoy les traigo un caso práctico (totalmente real) sobre indicadores de lípidos en sangre.
El otro día un amigo compartió conmigo los resultados de sus recientes análisis, que representados gráficamente eran los siguientes:
Como ya podrán imaginar tras analizar los datos, mi amigo tiene tendencia a tener los valores de colesterol total (CT) y colesterol malo (LDL) elevados, así que estaba preocupado por el aumento en ambos indicadores en los resultados del año 2014 respecto al año anterior. El CT (263) superaba por bastante el valor máximo de 200 mg/dl normalmente aconsejado y el LDL (173) también se encontraba por encima del máximo de 130 mg/dl habitual. Así que me pidió mi opinión.
El otro día un amigo compartió conmigo los resultados de sus recientes análisis, que representados gráficamente eran los siguientes: