Pero como los estudios se multiplican y los resultados cada vez son más, es de agradecer que de vez en cuando se hagan nuevas revisiones que nos muestren de forma resumida las conclusiones de las últimas investigaciones. Y mejor si es de forma sencilla y visual.
Este ha sido el enfoque del último metaanálisis publicado la semana pasada en la revista oficial del Colegio Americano de Nutrición,, "Red Meat and Colorectal Cancer: A Quantitative Update on the State of the Epidemiologic Science", en el que se ha analizado de forma cuantitativa el aumento de riesgo de este tipo de cáncer al comer carne roja, así como la posible existencia de respuesta a la dosis al respecto (una crecimiento del riesgo al proporcional al aumento del consumo de carne). Como resultado, incluye unos cuantos gráficos que son bastante descriptivos de los datos y resultados obtenidos.
Aquí tiene todos ellos:
Resultados globales del consumo de carne roja y riesgo de cáncer colorrectal:
Resultados acumulados por cantidades (gramos/día):
Resultados acumulados por cantidades (raciones/día):
Riesgo de todos los estudios para diferentes cantidades de consumo (gramos por día):
Riesgo de todos los estudios para diferentes cantidades de consumo (raciones por día):
Respuesta a la dosis, por grupos de ingesta (n=número de estudios):
"Las asociaciones entre la carne roja y el cáncer colorrectal han sido débiles o inexistentes. En los estudios individuales de mayor ingesta, en un tercio de ellos el riesgo relativo era de 1.0 o inferior y casi en la mitad de ellos ha sido menor de 1.05 (...)
(...) Las asociaciones probablemente estén influenciadas por la dieta y hábitos de vida; un ejemplo de ello es que los estudios americanos mostraron asociaciones más fuertes que los estudios que no tienen una dieta y estilo de vida occidentales. Por último, las asociaciones parecen estar reduciéndose, ya que los riesgos relativos en los estudios más recientes es menor y está más cerca del valor nulo que el de los estudios más antiguos.
(...) De hecho, dada la falta general de hallazgos consistentes y la ausencia de asociaciones sólidas y patrones de respuesta a la dosis, parece razonable postular que la carne roja es un factor de riesgo insignificante para el cáncer colorrectal; parece que hay una constelación de factores dietéticos y de hábitos más significativos que pueden influir. (...)
Los resultados cuantitativos y la justificación científica de la interpretación documentada del presente metaanálisis apoyan la conclusión de que la carne roja no parece ser un predictor independiente del riesgo de cáncer colorrectal."
Antes de que saquen ninguna conclusión, me gustaría hacer dos puntualizaciones:
La primera: creo que conviene saber que este trabajo ha sido parcialmente financiado por Meat and Livestock Australia, una entidad relacionad con la industria de la carne.
Y la segunda: este no es el único metaanálisis que ha estudiado la relación entre el consumo de carne y el cáncer colorrectal, ni mucho menos. Estos son el resto, ordenados en función de su resultado:
Aumento del riesgo claro:
- "Meat consumption and colorectal cancer risk: an evaluation based on a systematic review of epidemiologic evidence among the Japanese population" (2014)
- "Red and processed meat intake and risk of colorectal adenomas: a systematic review and meta-analysis of epidemiological studies" (2013),
- "Red and processed meat intake and risk of colorectal adenomas: a meta-analysis of observational studies" (2013).
- "Red meat intake, NAT2, and risk of colorectal cancer: A pooled analysis of 11 studies" (2014)
- "Red and processed meat and colorectal cancer incidence: meta-analysis of prospective studies” (2011)
- “Risk of colorectal cancer in relation to frequency and total amount of red meat consumption. Systematic review and meta-analysis” (2010).
Siempre me había resultado extraño la afirmación que la carne roja provocara cáncer. Supongo que era otro paso más para convencer a la gente a convertirse al veganismo o directamente a hincharse a comer cereales.
ResponderEliminarEstá claro que la carne roja tiene que ser de la mayor calidad posible y lo menos procesada que se pueda, pero esa recomendación general de 2-3 raciones a la semana, siempre me ha parecido un sinsentido y más estudiando un poco la evolución humana
Hace un año asistí a una conferencia del profesor Harald zur Hausen (premio Nóbel por el descubrimiento de la relación entre el virus del papiloma humano y el cáncer de cérvix) y él utilizaba estadísticas que daban un claro aumento de cáncer por el consumo de carne roja, relacionando en el tiempo la introducción de carnes rojas en la dieta en algunos países y el incremento de cánceres de colon, como por ejemplo Japón. La excepción la encontraba en algunos países poco desarrollados como Mongolia o alguno africano en los que la carne bovina no es de vaca si no de algún otro bóvido (hablo de memoria hará más de un año). El profesor estaba convencido de que, dejando aparte lo churruscada que pueda estar la carne que esa es otra, que era un mecanismo similar al del papiloma, y algún virus lisogénico presente en vacas era el responsable de los cánceres al provocar mutaciones en alguna inserción incompleta de su genoma.
ResponderEliminarSin embargo a pesar de encontrar un buen lote de virus nuevos, todavía no era capaz de encontrar un responsable, aunque él seguía convencido.
Muy buen artículo, posiblemente las enfermedades asociadas al consumo de carne, se deban en mayor parte a las carnes procesadas. Solo por poner una ejemplo la cantidad de histamina que contienes las carnes procesadas el altísima en comparación con la carne fresca. Tal vez la histamina u otro componente puedan (o tal vez no) perjudicar la salud. De cualquier manera, felicitaciones por tu gran trabajo del que soy admirador.
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