Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable

18 ene 2016

¿Con qué alimentos se atragantan más los niños?

Si la alimentación para adultos está llena de mitos y leyendas urbanas, la de los niños tampoco se queda corta. Y hay consejos alimentarios muy arraigados que siempre me han resultado un poco dudosos, sobre todo cuando están asociados a miedos y exageraciones.

Uno de los más populares es el atragantamiento. A cualquier padre le horroriza la posibilidad de verse en esa situación, con su hijo ahogándose por un alimento atascado en su garganta. Así que es esperable que si algún alimento es más susceptible de producir atragantamiento, lo normal es que todo el mundo evite dárselo a sus hijos.

Probablemente el alimento que con más frecuencia se asocia a esta situación son los frutos secos, razón por la que prácticamente se prohíbe a menores tres años. Y se suele hacer con mucha vehemencia, como puede comprobarse haciendo una sencilla búsqueda en internet. Se toparán con webs como esta, esta, esta o esta, en las que nos alertan claramente del alto riesgo existente si damos a los más pequeños alguno de estos frutos.

Desde el punto de vista del sentido común la cosa parece tener bastante lógica. Los frutos secos son alimentos duros, algunos de ellos con formas peligrosamente redondeadas, así que probablemente muy susceptibles de taponar gargantas. Pero a veces "el sentido común" puede no ser tan claro, sobre todo en alimentación. Porque también la lógica nos dice que mientras sea sólido, cualquier alimento es susceptible se provocar un atragantamiento, sobre todo en niños que están aprendiendo a comer. Y que, de la misma forma que cualquier padre suele hacer con otros alimentos cuando se los da a los niños pequeños, los frutos secos también se pueden trocear.

¿Y qué dicen la ciencia y los datos? ¿Son los frutos secos tan peligrosos para los niños pequeños?

Tras dedicar un rato a buscar entre estudios científicos sobre el tema, he encontrado un par de revisiones que me han parecido las más completas y actualizadas,  ambas de libre acceso y publicadas en la revista Pediatrics.

En la primera de ellasPrevention of Choking Among Children (2010), los autores comentan que mueren al año en EEUU por esta razón unos 70 niños al año. Una cantidad significativa, pero muy inferior a los 700 que suelen morir ahogados anualmente en piscinas, playas o similares (fuente1, fuente2), al más de un millar que son víctimas mortales en accidentes de tráfico (fuente) e incluso a los que fallecen por accidentes en hogar (fuente).

Respecto a los alimentos más peligrosos, los autores dan estos detalles:

"Los alimentos más comúnmente asociados a la asfixia fatal entre los niños son los perritos calientes. Los perritos calientes comparten las características físicas descritas anteriormente para los juguetes de alto riesgo. Son cilíndricos, del tamaño de las vías respiratorias y compresibles, lo que permite que se atasquen firmemente en la hipofaringe de un niño y ocluyan completamente las vías respiratorias. Otros alimentos de alto riesgo son los caramelos y dulces duros, los cacahuetes y frutos secos, las semillas, las uvas enteras, las zanahorias crudas, las manzanas, las palomitas de maíz, los trozos de mantequilla de cacahuete, los malvaviscos (o "nubes") y el chicle. Muchos de estos alimentos, como los caramelos redondos, las uvas , los malvaviscos y la carne / salchichas, comparten las mismas características físicas de alto riesgo que crean tapones eficaces para la vía aérea infantil. De forma similar a los globos de goma, la mantequilla de cacahuete puede ajustarse a las vías respiratorias y formar un sello tenaz que es difícil de desplazar o extraer. Es de destacar que muchos alimentos con características de alto riesgo asociados con la asfixia son de fabricación humana. Estos alimentos están diseñados y, por lo tanto, son susceptibles de cambio, a diferencia de productos alimenticios de origen natural tales como ciertas frutas y verduras. Los fabricantes de alimentos que con frecuencia son consumidos por los niños deberían, en la medida de lo posible, diseñar estos productos de forma que se minimice el riesgo de asfixia en el colectivo infantil."

Los cacahuetes y frutos secos se mencionan en el texto, aunque no se dan datos demasiado concretos.

Afortunadamente en la segunda revisión, Nonfatal Choking on Food Among Children 14 Years or Younger in the United States, 2001–2009, algo más reciente (2013)  y centrada en el atragantamiento por alimentos no mortal, se realiza un análisis más detallado y segmentado, que nos permite conocer el problema mejor.

Por ejemplo, se incluye este gráfico que nos muestra que la mayoría de los casos ocurren  cuando los pequeños tienen menos de un año de edad:


Además, incluye la siguiente tabla, con las estadísticas concretas sobre cada tipo de alimento, para el rango más crítico, el de 0 a 4 años:


Como se puede observar, los caramelos-dulces (duros y blandos) acaparan la cuarta parte de los casos en este segmento de edad, seguidos por las frutas/vegetales, la leche, la carne y las semillas/frutos secos.

Además, en el estudio se realiza un análisis año por año, identificando los tres tipos de alimentos que con más frecuencia se han encontrado en atragantamientos y que puede verse en este enlace.

Con todos estos datos, los autores concluyen lo siguiente para todo el colectivo infantil (0 a 14 años):

"(...) De todos los tipos de alimentos, los caramelos-dulces rígidos fueron los que causaron más episodios de atragantamiento (15,5%), seguidos de otros dulces (12,8%), la carne (diferente a perritos calientes) (12,2%), y los huesos-espinas (12,0%). Estos 4 tipos de alimentos representaron más de la mitad (52,5%) de los casos de atragantamiento con alimentos conocidos. (...)  La leche fue responsable del 6,7% de todos los casos de atragantamiento relacionado con los alimentos, que representaron más de un tercio (36,3%) de los episodios entre los niños de <1 año.

Los perritos calientes representaron el 2,6% de los casos. Los pacientes que se atragantaron con un perrito caliente tenían más probabilidades de requerir hospitalización que los que se atragantaron con otro tipo de alimentos. Además, los pacientes que se atragantaron con semillas/frutos secos tenían más probabilidades de requerir hospitalización que los que se atragantaron con otro tipo de alimentos .

(...) El número de episodios de atragantamiento por caramelos-dulces (tanto duros y como blandos) aumentó con la edad . A los 4 años, el 55,2% de los episodios de asfixia fue por caramelos-dulces. Además, los pacientes de 0 a 4 años de edad eran más propensos a ahogarse con frutas / verduras que los pacientes de 5 a 14 años.

Para reforzar la información sobre atragantamientos mortales, he encontrado el estudio, Fatal and non-fatal food injuries among children (aged 0—14 years)" (2008), bastante valioso ya que recopila una cantidad importante de datos de 26 hospitales pediátricos. En este trabajo se incluye la siguiente tabla que  resume muy bien sus resultados globales:




Y también unos gráficos muy ilustrativos con los casos de lesiones (primer gráfico) y fallecimientos (segundo gráfico) debidos a atragantamientos por alimentos, en el segmento de 0 a 3 años de edad:


En este caso, los autores del estudio concluyeron lo siguiente:

"Los cacahuetes representaron el 26% de todas las lesiones y los perritos calientes el 16% de todas las muertes, ocupando estos dos alimentos los dos primeros puestos en cada modalidad. Los perritos calientes, los dulces-caramelos, la carne, los cacahuetes, las zanahorias, las manzanas y las palomitas fueron los asociados a mayor riesgo para niños pequeños(...).

Entre los 10  alimentos que causaron más lesiones a niños menores de 3 años los, cacahuetes, palomitas de maíz, manzanas, semillas de girasol, y las zanahorias estuvieron por encima de dulces, perritos calientes, la carne (no especificada), espinas y pollo (sin hueso).

Entre los 10 alimentos que causaron más muertes, las manzanas, el pan, las zanahorias y las galletas estuvieron solo relacionadas con menores de 3 años. Todos los fallecimientos por perritos calientes ocurrieron en niños menos de 4 años" 

Conclusiones

Todos estos estudios aportan un análisis parcial, ya que no analizan el riesgo relativo en función de su consumo. No es lo mismo una cantidad pequeña de casos de atragantamiento con un alimento que casi no se consume que el mismo número de casos con un alimento muy consumido. De cualquier forma, viendo los datos, se puede observar que el atragantamiento es una causa de muerte poco frecuente entre los niños, con una incidencia bastante inferior a la de otras causas como los accidentes de tráfico, el ahogamiento en el agua o los accidentes del hogar. Que se reduce aún más si solo se cuantifican los atragantamientos por alimentos, ya que también suele ser muy habitual el que ocurre por objetos como monedas, canicas y similares.

Respecto a los diferentes tipos de alimentos, los resultados de los estudios son bastante heterogéneos, y depende de si se centran en atragantamientos graves y con fallecimiento o menos graves. Aunque la mayoría coinciden en que los mayores responsables de los casos más graves son los dulces y caramelos, tanto duros como blandos; una razón más para evitar dárselos a los niños. En el resto, no parecen haber resultados muy concluyentes. Aunque los frutos secos se mencionan en varias listas, también lo hacen los vegetales, las salchichas y la carne. Vamos, que casi cualquier alimento que no se deshaga en la boca tiene cierto peligro con un niño pequeño, sobre todo si tiene forma esférica o cilíndrica y de cuña. Parece que los niños se atragantan con muchas cosas, algo que es lógico y razonable (aunque a veces trágico), ya que están aprendiendo a comer. Son situaciones e incidentes que también pueden ocurrir cuando aprenden a andar, a subir y bajar escaleras, a nadar, a jugar con la pelota...

Además, parece que el atragantamiento no es algo exclusivo de los niños, ni mucho menos, y que hay muchos miedos infundados y mitos en este sentido. Según el INE, en España mueren al año unas 2500 personas por ahogamiento, sumersión o sofocación accidental, de las cuales probablemente la mitad serán casos de atragantamiento. Tan solo una pequeña fracción de ellos, sobre el 2%, son casos de niños de menos de 10 años, con índices incluso menores que los de los adultos. Y es entre los ancianos, a partir de los 75 años, cuando los accidentes mortales de este tipo se disparan, como se puede observar en el siguiente gráfico:

Defunciones por ahogamiento, sumersión y sofocación accidentales por tramos de edad, INE 2015


En definitiva, no parece haber pruebas importantes de que entre los niños, seleccionando frutos secos de formas irregulares (como las nueces) y dándoselos debidamente troceados exista un riesgo muy superior al de otros alimentos.

Por cierto, si tiene la mala suerte de verse envuelto en un incidente de este tipo, a continuación tiene varios enlaces con instrucciones sobre cómo actuar para aplicar los primeros auxilios:

5 comentarios:

  1. En el caso de los frutos secos, creo que puede haber un claro sesgo en los estudios, que sólo cuentan casos totales de atragantamiento. A diferencia de otros alimentos (dulces, salchichas, pan, manzanas...) hay recomendaciones claras y constantes de nunca dar frutos secos a menores de 3 años (de hecho, en el enlace a la Cruz roja que has puesto, es el único alimento de riesgo que menciona). Cabe pensar, por tanto, que los frutos secos son MUCHO menos frecuentes que los otros en la dieta de los menores de 3. El hecho de que aún así sigan apareciendo entre los que provocan casos de atragantamiento (aunque no sea en los primeros puestos) me da la sensación de que confirma bastante su peligrosidad.

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    1. Pues a mi me parece que el sesgo contra los frutos secos igual lo tienes tu. En el primer estudio, en la tabla de los tres alimentos mas peligrosos año por año (no se ve en el post) los frutos secos+semillas solo aparecen en una ocasion. Y en el ultimo estudio, que es en el que mejor se ven los casos mortales por tipo de alimento, los frutos secos ni siquiera aparecen, son los cacahuetes los protagonistas. Y te recuerdo que los cacahuetes no son frutos secos, sino legumbres, y se les da a los niños con bastante frecuencia.

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  2. Hola. Excelente texto, muchas gracias. Solo algunos comentarios
    Coincido en que probablemente se sobredimensiona la importancia del atragantamiento en el conjunto de accidentes infantiles (aquí se menciona, pero dando importancia a todas las causas de accidentes: https://goo.gl/cWde5h).
    Y dentro de los alimentos, también probablemente se sobreestima la importancia de los frutos secos como fuente de atragantamiento/asfixia accidental.
    Yo, como pediatra, reconozco un sesgo importante y es que enfrentarse a un atragantamiento, aún en un hospital bien preparado, es una experiencia vital que no se olvida en la vida, sobretodo cuando el niño acaba falleciendo. Por eso es una de las situaciones que más tememos los pediatras, la sensación de impotencia te consume por dentro).
    En esta publicación de 2014 (https://goo.gl/h4O6pt) con datos españoles se muestra que el atragantamiento supone un 0,5% de todos los accidentes (o sea que se confirma que es solo una causa infrecuente de accidente), que afectan sobre todo a niños de 2-4 años y que ocurren sobre todo en el propio domicilio (son los alimentos los causantes más frecuentes).
    Aparte de los alimentos, caramelos, etc. que ya has comentado, yo destacaría otro objeto que puede causar atragantamiento/asfixia, y que, para más inri, es un objeto común entre los niños: los globos. La práctica, aún común, de dar guantes de goma inflados (esas graciosas "manitas") para "entretener" a los niños en los centros sanitarios es algo que debería desterrarse para siempre, por peligrosa (he presenciado un atragantamiento, no mortal por muy poco, por un fragmento de un guante inflado).
    Estoy de acuerdo en que habría que "rehabilitar" el papel de los frutos secos en la alimentación infantil (aún con su capacidad alergénica), y que según la edad, para evitar el riesgo de atragantamiento, se consuman molidos o semimolidos.
    Acabo, destacando otra circunstancia que creo importante para reducir el riesgo de atragantamiento con alimentos, y es el hecho de permitir que el niño coma andando, jugueteando o corriendo incluso (¡qué cosan se hacen con tal de que el niño coma!). Así que a comer sentaditos y tranquilitos ;-))
    Reitero el agradecimiento, un saludo

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    1. supongo que se refiere a lo globos cuando se desinflan o se pinchan ; inflados no creo que sean peligrosos y es cuan un niño juega con él

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    2. Sí, al romperse muchas veces se desprenden pequeños fragmentos, que pueden alojarse en la boca del niño si este estaba jugando con él. Los guantes de látex o butilo que se usan en los centros sanitarios se rompen con muchas facilidad.

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