En España llevamos mucho tiempo anclados a la pirámide de la estrategia NAOS y parece que nos conformamos con la manita de pintura periódica que los señores de la SENC suelen dar a su particular pirámide y con que el gobierno firme acuerdos con la industria, poco prometedores y poco basados en ciencia. Pero otros gobiernos están lanzándose a avanzar de verdad, intentando dejar atrás ideas vetustas, innovando y proponiendo otro tipo de planteamientos. Sin olvidar el rigor y la evidencia, claro. Es lo que hicieron hace unos años en Brasil (como conté en este post), lo que han hecho en Chile con su normativa de etiquetado (como se cuenta en este articulo) y lo que parece que pretenden hacer en Canadá con su nueva guía dietética recién estrenada. Desde ayer pueden encontrar toda la información en la web Canada's Food Guide.
Tras una primera lectura, he extraído el resumen de sus directrices principales (divididas en dos apartados, uno relacionado con la elección de alimentos y otro con los hábitos), que traduzco a continuación:
- Coma muchas verduras y frutas, alimentos integrales y alimentos con proteínas. Entre los alimentos ricos en proteínas priorice los de origen vegetal. Elija alimentos con grasas saludables en lugar de grasas saturadas.
- Limite los alimentos altamente procesados. Si los come, hágalo con menor frecuencia y en pequeñas cantidades. Prepare comidas y aperitivos utilizando ingredientes que tengan poca o ninguna cantidad de sal o azúcar añadido o grasas saturadas. Elija opciones de menú más saludables al comer fuera de casa.
- Convierta el agua en su bebida preferida. Reemplace las bebidas azucaradas por agua.
- Lea y utilice las etiquetas de los alimentos.
- Tenga en cuenta que el marketing alimentario puede influir en sus elecciones.
- Sea consciente de sus hábitos alimentarios. Tómese tiempo para comer. Fíjese cuándo tiene hambre y cuándo está lleno.
- Cocine con más frecuencia. Planifique sus comidas. Involucre a otros en la planificación y preparación de comidas.
- Disfrute de la comida. La cultura y la tradición alimentaria pueden ser parte de una alimentación saludable.
- Coma en compañía.
Estas directrices generales se acompañan con la imagen de lo que sería un plato saludable:
Tengo que decir que tras el primer vistazo me gusta bastante esta propuesta, al menos en las recomendaciones más generales y de primer nivel. Yo destacaría positivamente, además de que se "meta caña" a los alimentos ultraprocesados, que no se recurre a los típicos grupos de alimentos ni a las pirámides para hacer recomendaciones, lo cual se agradece, ya que son enfoques que tienen poca ciencia y demasiada tradición (y también intereses, por qué no decirlo). También me parece muy interesante la inclusión de aspectos relacionados con la alimentación pero poco "nutricionales": la influencia del marketing, la importancia de aprender sobre alimentación, el dedicar tiempo a planificar y cocinar (aquí hay más info), así como el disfrutar y comer en compañía. También me gusta que no se mezclen churras con merinas, como hacen otros, añadiendo factores no alimentarios. Una guía dietética debe tratar sobre la comida y sobre el comer.
De cualquier forma, y apreciando sus novedades y aportaciones, también se me ocurren algunas cuestiones a mejorar, sobre todo en la información de detalle de cada directriz, a la que se accede pinchando sobre cada frase.
Por ejemplo, aunque una de las directrices principales hace referencia a la reducción de los alimentos ultraprocesados, en las explicaciones correspondientes encontramos un análisis más centrado en alimentos procesados específicos, aquellos que aportan los típicos tres nutrientes demonizados, la sal, el azúcar y la grasa saturada. Pero, como expliqué en este post, yo creo que los problemas con los ultraprocesados tienen un origen bastante más complejo.
También donde se recomiendan grasas saludables se dan consejos en contra de comer cualquier alimento que aporte grasas saturadas, cuando no se ha encontrado evidencia de que todos ellos sean necesariamente negativos para la salud, como pasa con los lácteos enteros (y explique aquí). Posiblemente porque la relación entre las grasas saturadas y la salud es más compleja de lo que nos suelen contar, como se puede leer en este post o en esta serie de ellos.
Me hubiese gustado encontrar algo más de información sobre la directriz, "Sea consciente de sus hábitos alimentarios". No creo que la información complementaria aclare mucho y creo que el trabajar en el ámbito de los hábitos y del cambio del entorno obesogénico es algo importante y con bastante recorrido. Aunque, desafortunadamente, con poca evidencia sólida para concretar demasiado.
Por otro lado, al referirse a la implantación de estas directrices se destaca la importancia de las políticas que aseguren la disponibilidad de alimentos saludables para toda la población. Estoy totalmente de acuerdo con ello, tanto respecto a la cercanía como a los precios asequibles, pero echo de menos algún contenido sobre lo opuesto: la importancia de las políticas para reducir la disponibilidad de los alimentos poco saludables, como por ejemplo, el aumento de los impuestos. Lo único que he encontrado en el apartado correspondiente es la recomendación de no ofrecer este tipo de alimentos en instituciones públicas, que está bien pero que es insuficiente.
En definitiva, buena primera impresión en las recomendaciones de primer nivel e interés por leer los detalles con más tranquilidad durante los próximos días.
me alegro! un país grande al que le ponen ojos muchos latinos
ResponderEliminarQuiero agradecerle su dinámico y exaustivo trabajo. Éste post es uno más pero un buen ejemplo: claro, sencillo y con multitud de enlaces para poder profundizar en los temas que a uno más le interese.
ResponderEliminarPd. Anteriormente adquirí uno de sus libros y probablemente no será el último.
Gracias otra vez.
Me parece sospechosa esa tendencia a lo vegetal si se mira en el Marco de la furia vegana y la última propuesta en the lancet para salvar el planeta. Hummm
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