Uno de los temas a los que dedico un capítulo en "El Cerebro Obeso" es el posible estigma que sufren
las personas que tienen sobrepeso. Aunque en las sociedades modernas se haya trabajado mucho por conseguir la igualdad de derechos y oportunidades y por erradicar la discriminación de cualquier tipo - como por ejemplo, la debida a raza o sexo, que tantos comportamientos indignos han provocado en el pasado - desde hace tiempo la posibilidad de que exista también este problema con las personas con exceso de peso es una cuestión que está bajo observación por parte de los expertos.
El estigma hacia un colectivo de personas normalmente suele caracterizarse por dos tipos de actitudes o ideas. En primer lugar, se les suele hacer responsables en gran medida de su situación y se les culpa de no ser capaces de ponerle remedio. Y, por otro lado, se les suele presuponer una disminución de algunas de sus habilidades o capacidades, considerándoles inferiores a las de la generalidad en ciertos aspectos.
¿Ocurre esto con las personas obesas? Analicémoslo desde diferentes perspectivas y situaciones sociales.
Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable
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19 ene 2015
Últimos estudios sobre proteínas, peso y salud
Con 2014 recién finalizado y considerando que el último post sobre las proteínas con espíritu de revisión es de hace más de dos años, he pensado que ya era momento de hacer otra pequeña recopilación de los estudios que he encontrado desde entonces relacionados con este macronutriente. En concreto, me refiero a aquellos que analizan la ingesta de proteínas en diferentes cantidades (por ejemplo, mediante dietas altas en proteínas) y su posible efecto sobre la salud. Un tema que parece que no pierde actualidad, para alegría de unos y desesperación de otros.
La lista incluye los que he conseguido encontrar a lo largo de los años 2013 y 2014, si echan en falta alguno les aseguro que se debe a mi torpeza, no a ningún interés oculto.
He intentado ordenarlos de mayor a menor relevancia de acuerdo a los criterios habituales a la hora de evaluar la evidencia científica, poniendo en primer lugar las revisiones sistemáticas y metaanálisis, después los ensayos de intervención y finalizando con estudios observacionales.
Aquí los tienen:
La lista incluye los que he conseguido encontrar a lo largo de los años 2013 y 2014, si echan en falta alguno les aseguro que se debe a mi torpeza, no a ningún interés oculto.
He intentado ordenarlos de mayor a menor relevancia de acuerdo a los criterios habituales a la hora de evaluar la evidencia científica, poniendo en primer lugar las revisiones sistemáticas y metaanálisis, después los ensayos de intervención y finalizando con estudios observacionales.
Aquí los tienen:
15 ene 2015
¿Hacer más comidas ayuda a adelgazar? El metaanálisis
Como expliqué en este post anterior, uno de los temas controvertidos cuando se dan recomendaciones dietéticas es la frecuencia de las comidas. Al existir bastantes estudios observacionales en los que se ha encontrado una correlación entre hacer pocas comidas al día y un mayor peso corporal, se ha asentado la creencia de que comer más a menudo (y cantidades menores, claro) puede ser una buena estrategia para controlar el sobrepeso. Es probable que todas las guías y recomendaciones dietéticas, cuando advierten que hay que cumplir escrupulosamente las cinco comidas diarias y evitar saltarse ninguna de ellas, hayan bebido un poco de esta arraigada idea.
Sin embargo, y como comenté en el mencionado artículo, hay una buena cantidad de estudios bastante relevantes en los que no se ha observado que comer con más frecuencia realmente sea útil para prevenir o reducir la obesidad. Evidentemente me refiero a ensayos de intervención, que en este caso son relativamente sencillos de hacer, y que deberían ser los que se utilicen como referencia fundamental. Pero que, curiosamente, no suelen mencionarse entre aquellos que defienden el elevado número de ingestas.
Pues bien, con el objetivo de organizar todo este conocimiento y convertirlo en algo con más utilidad clínica, se acaba de publicar en Nutrition Reviews el primer metaanálisis sobre el tema, "Effects of meal frequency on weight loss and body composition: a meta-analysis". Los autores de esta revisión sistemática - entre los que se encuentran los populares gurús del fitness Schoenfeld y Aragon - han seleccionado los mejores ensayos (hasta un total de 15, de entre 2 y 52 semanas de duración) sobre el efecto de la frecuencia de las comidas en la composición corporal, medida con cuatro indicadores diferentes: peso, grasa corporal, porcentaje de grasa corporal y masa magra, centrados en personas que no son deportistas y que siguen dietas con cantidades normales de proteínas.
Sin embargo, y como comenté en el mencionado artículo, hay una buena cantidad de estudios bastante relevantes en los que no se ha observado que comer con más frecuencia realmente sea útil para prevenir o reducir la obesidad. Evidentemente me refiero a ensayos de intervención, que en este caso son relativamente sencillos de hacer, y que deberían ser los que se utilicen como referencia fundamental. Pero que, curiosamente, no suelen mencionarse entre aquellos que defienden el elevado número de ingestas.
Pues bien, con el objetivo de organizar todo este conocimiento y convertirlo en algo con más utilidad clínica, se acaba de publicar en Nutrition Reviews el primer metaanálisis sobre el tema, "Effects of meal frequency on weight loss and body composition: a meta-analysis". Los autores de esta revisión sistemática - entre los que se encuentran los populares gurús del fitness Schoenfeld y Aragon - han seleccionado los mejores ensayos (hasta un total de 15, de entre 2 y 52 semanas de duración) sobre el efecto de la frecuencia de las comidas en la composición corporal, medida con cuatro indicadores diferentes: peso, grasa corporal, porcentaje de grasa corporal y masa magra, centrados en personas que no son deportistas y que siguen dietas con cantidades normales de proteínas.
13 ene 2015
Comer aguacate puede ayudar a reducir el colesterol
El aguacate es uno de esos alimentos bastante especiales y sobre los que orbitan unos cuantos mitos, ya que su composición nutricional difiere bastante de la mayoría de los frutos. Como muchos de ustedes ya sabrán, la principal peculiaridad del aguacate es su elevado contenido en grasas, sobre un 15% del total, una característica más habitual en alimentos muy diferentes como la carne. La mayor parte de las relativamente numerosas calorías del aguacate son aportadas por este macronutriente, de un tipo que no es habitual verlo de forma mayoritaria: las grasas monoinsaturadas, las mismas que aporta el aceite de oliva.
9 ene 2015
"Reprogramando" el cerebro para desear alimentos saludables
En un reciente artículo hice referencia a diversos estudios que han analizado cuáles son los alimentos más deseados (algunos piensan que incluso "adictivos"). Como explico con detalle en "El Cerebro Obeso", nuestro cerebro puede llegar a hacerse expectativas sobredimensionadas sobre ellos, llegándolos a necesitar de forma intensa y reiterada. Lamentablemente, estos alimentos suelen ser los menos recomendables en una dieta saludable, normalmente ricos en azúcares, carbohidratos refinados, sal y grasas.
Quienes tienen que tratar con muchas personas que se cuidan de forma extrema y que viven con intensidad su dieta y su alimentación, quizás habrán observado en alguna ocasión la situación inversa. Hay gente a la que se le ve disfrutar de forma especial comiendo alimentos que otros consideran no demasiado atractivos y a las que incluso les disgustan y empalagan las sensaciones excesivas y exageradas de los alimentos altamente procesados. ¿Cómo lo hacen? ¿Simplemente tienen suerte y sus genes y metabolismo les han facilitado ese don? ¿O hacen cosas, consciente o inconscientemente, que les ayuda a llegar a esa situación?
5 ene 2015
Ingesta de huevos en pacientes con enfermedad coronaria
Aunque poco a poco el huevo vuelve a nuestras mesas y recupera su posición como alimento valioso y nutritivo, todavía es habitual que a personas que sufren enfermedades relacionadas con la salud cardiovascular se les siga aconsejando que minimicen su consumo. En algunos casos incluso que prácticamente lo eliminen de su dieta, como suele ocurrir a veces con pacientes que han sufrido enfermedad cardiovascular, en los que la prudencia puede empujar a los profesionales sanitarios a ser bastante restrictivos.
Hasta la fecha la mayor parte de los estudios sobre la relación entre el consumo de huevos y la enfermedad cardiovascular se han centrado en personas sanas, así que es de agradecer que recientemente se haya publicado uno sobre personas con enfermedad coronaria. Se trata de "Effects of egg ingestion on endothelial function in adults with coronary artery disease: A randomized, controlled, crossover trial" (2014), publicado en American Heart Journal, un ensayo en el que los expertos suministraron durante seis semanas diferentes tipos de desayuno a pacientes de esta naturaleza, incluyendo o no huevos (hasta dos al día) y analizando diversos indicadores relacionados con su salud cardiovascular y con su patología: Colesterol, dilatación arterial, presión arterial y peso corporal.
Hasta la fecha la mayor parte de los estudios sobre la relación entre el consumo de huevos y la enfermedad cardiovascular se han centrado en personas sanas, así que es de agradecer que recientemente se haya publicado uno sobre personas con enfermedad coronaria. Se trata de "Effects of egg ingestion on endothelial function in adults with coronary artery disease: A randomized, controlled, crossover trial" (2014), publicado en American Heart Journal, un ensayo en el que los expertos suministraron durante seis semanas diferentes tipos de desayuno a pacientes de esta naturaleza, incluyendo o no huevos (hasta dos al día) y analizando diversos indicadores relacionados con su salud cardiovascular y con su patología: Colesterol, dilatación arterial, presión arterial y peso corporal.