¿Son la recomendaciones dietéticas iguales en todo el mundo? Si son habituales seguidores de este blog, sabrán que no, porque en más de una ocasión he detallado alguna de ellas (Canadá, EE.UU, Brasil, Países Nordicos,...) y sus significativas diferencias. Pero lo cierto es que nunca me he parado a analizar de forma completa y sistemática lo que podemos encontrar en este sentido por todo el planeta. Y la razón es sencilla; la labor de recopilación me parece muy complicada. Cada uno hace la guerra por su cuenta y como consecuencia podemos encontrar decenas y decenas de recomendaciones dietéticas, prácticamente una por cada país.
Parece que un equipo de expertos ha tenido la misma inquietud, pero ellos han sido más voluntariosos y se han puesto manos a la obra, recopilando, organizando y analizando todas las que han podido encontrar (que han sido las de 90 países diferentes). El resultado lo podemos leer en el estudio publicado hace un par de semanas, "A Global Review of Food-Based Dietary Guidelines" (2019).
Los autores han intentado resumir, por un lado, los puntos en común con los que se han encontrado, y por otro, las diferencias que también han podido detectar. Hay que dejar claro que dada la gran cantidad de guías dietéticas o similares existentes y la gran extensión y detalle de la versión completa de muchas de ellas, los autores se han centrado en los mensajes principales de las recomendaciones. En el documento original pueden encontrar unas cuantas tablas con las conclusiones agrupadas por temas, así como unos cuantos ejemplos.
Pero para que puedan conocer sus resultados de forma más visual, he pensado que sería buena idea intentar resumirlo todo en forma de gráficos. Así que también me he puesto manos a la obra y he dibujado unos cuantos, en los que enumero las diferentes recomendaciones, así como el porcentaje (en forma de barra horizontal de un tamaño proporcional) de las guías que las incluyen o referencian.
Aquí los tienen, organizados por temas y acompañados de algunos comentarios personales:
En los aspectos generales yo destacaría la falta de consenso existente a la hora de agrupar los alimentos. Además de las diferencias en el número de grupos utilizados, en el documento se detalla cómo algunos alimentos se organizan de forma muy dispar en cada país, incluyéndolos en grupos diferentes. Les pasa sobre todo a los frutos secos, los lácteos y las legumbres. Por otro lado, la presencia de pirámides en caso el 40% de las guías no sé si me tranquiliza o me inquieta, la verdad...
Como pueden observar, el consenso respecto a los principales "enemigos" dietéticos es muy elevado: sal (aunque quizás haya que ir matizando más por lo que conté en este post), azúcar y grasa. La recomendación de reducción de grasas totales sigue siendo mayoritaria, aunque la reducción de grasas saturadas parece que no es tan universal como se podría pensar. La reducción de ultraprocesados sigue siendo una directriz bastante minoritaria, supongo que de reciente aparición en la mayoría.
Entrando en los grupos de alimentos concretos, en el caso del grupo de las hortalizas y frutas sigue siendo llamativo que todavía una minoría de las guías (el 40%) lo presenten como el grupo prioritario (de mayor proporción o tamaño) a la hora de alimentarse. También es destacable que las recomendaciones más específicas sobre este grupo de alimentos (colores, local, temporada, etc.) sean todavía tan minoritarias, supongo que por la falta de evidencia suficiente.
Como contrapunto a los comentarios del grupo anterior, en este caso lo que llama la atención es que la mayoría de las guías sigan considerando los cereales y féculas como los alimentos que en más cantidad hay que consumir. También me sorprende la poca presencia que tiene la fibra y que en más de la mitad de las guías no se hable de priorizar integrales.
Respecto a los alimentos ricos en proteínas, un tercio de las guías siguen animando a priorizar partes bajas en grasa y me llama la atención que tan solo una cuarta parte recomienden comer pescado. Por otro lado, a pesar de la información mediática en sentido contrario, una minoría limitan la carne en general o de forma específica. Y todavía alguna limita los huevos. Aunque no se ve en el gráfico, también es destacable que en este grupo hay bastante disparidad de criterios a la hora de incluir en este grupo a algunos alimentos, tales como las legumbres y los frutos secos.
Parece que entre los mensajes principales las legumbres tienen bastante presencia, pero los frutos secos no tanta. Es muy probable que durante los próximos años esta situación cambie, dadoslos resultados positivos que están obteniendo en los estudios.
Históricamente los lácteos han tenido bastante presencia en las directrices dietéticas occidentales, pero como se aprecia en el gráfico, la recomendación de tomarlos a diario hoy en día es minoritaria. Aunque casi un tercio de las guías insisten en recomendarlos desnatados, a pesar de que sigue sin haber evidencia de que realmente sean mejores para las salud que los enteros.
Para finalizar, vemos que aunque las grasas están muy presentes en las guías, todavía no son mayoritarios los mensajes concretos para cada tipo de grasa específica.
Reflexiones
Las diferencias en las recomendaciones dieteticas oficiales son significativas y nos muestran, una vez más, que todavía queda mucho por confirmar y consensuar sobre la relación entre la alimentación y la salud, así como respecto a las políticas que podrían ser efectivas para promover una alimentación saludable. Pueden hacer ustedes mismos la prueba leyendo estas tres, las canadienses, las norteamericanas y las brasileñas, que podrían considerarse como las más recientes, las más veteranas y revisadas y las más innovadoras, respectivamente. También pueden añadir al grupo las catalanas, aprobadas hace tan solo unos meses, por si quieren incluir unas más cercanas. Comprobarán que sus enfoques presentan bastantes puntos en común, pero también diferencias notables.
Aprovecho para mencionar (o mejor, denunciar) la situación en España en este ámbito. Las recomendaciones dietéticas oficiales pueden encontrarse en el documento de la estrategia NAOS en 2005, con este decálogo:
Muchas de ellas se han quedado totalmente desfasadas y sin evidencia. Y algunas, como la novena, apestan a influencia industrial.
Posteriormente, en 2008, desde la estrategia NAOS se publicó otro documento titulado "Come sano y muévete, 12 decisiones saludables", en el que se mezclan recomendaciones dietéticas con otras referidas a otros hábitos, pero que también necesitaría una actualización urgente, ya que incluye consejos y recursos bastante dudosos y sin suficiente evidencia: Pirámide con cereales en la base, mucha importancia al desayuno y consejos muy concretos (y muy discutibles) sobre el mismo, especial hincapié en priorizar los carbohidratos y mensajes específicos para la reducción de las grasas en general.
Para finalizar, personalmente creo que no tiene demasiado sentido que cada país vaya a su bola. No es razonable que cada uno tenga su proceso de definición de recomendaciones dietéticas poco sistemático, poco transparente y muy influenciado por intereses ajenos a la salud de los ciudadanos.
Recientes estudios masivos confirman que la alimentación insana es un importantísimo factor de enfermedad y mortalidad (por ejemplo "Health effects of dietary risks in 195 countries, 1990–2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017", 2019), así que ¿a qué estamos esperando a movilizarnos y organizar adecuadamente las recomendaciones dietéticas oficiales a nivel mundial?¿No sería mejor tener un gran equipo internacional e independiente, elegido cuidadosamente, y un proceso riguroso y transparente, con el que se definiesen y actualizaran con frecuencia unas directrices o ideas generales?
Cada país posteriormente podría detallarlas y adaptarlas a su contexto y cultura específica. Esa es la idea que creo que también comparten los autores del estudio que protagoniza este post, ya que utilizan como referencia global el documento de la OMS "Healthy Diet, fact sheet nº 394". Pero lo cierto es que este documento peca de los mismos errores: escasa evidencia que soporten algunas recomendaciones y poca información sobre su desarrollo.
Otra importante cuestión a añadir a la lista de "tareas pendientes..."
Muchas gracias por el trabajo de recopilación. Es realmente interesante ver como existe todavía una falta enorme de consenso.
ResponderEliminarEl decálogo español es para echarse unas risas, la verdad. "Moderar las golosinas", chúpate esa. Eso sí, tus galletitas de desayuno que no falten...
Muchas gracias Centinel! Siempre disfruto leyendo tus análisis! Falta aun mucho hasta la nutrición basada en evidencia contundente. Pero por lo menos el sentido común que no falte, que aun se están contando calorías como si fuéramos bombas calorimétricas... y no laboratorios bioquímicos, que es lo que realmente somos!
ResponderEliminarSiempre se agradece. Estamos como sociedad globalizada bastante perdidos e influenciados por la industria. Hay mucho por hacer.
ResponderEliminar