Como suelo comentar a menudo, la obesidad no es un problema que únicamente dependa de un factor, un alimento o un comportamiento. Es algo complejo y que probablemente sea una consecuencia común de una diversidad de factores amplia. Uno de esos factores es la predisposición genética y aunque a algunos todavía parece que se resisten a creerlo, está bastante aceptado que existen una serie de genes (y/o su expresión) que se relacionan con mayores índices de obesidad.
Un reciente estudio publicado en The New England Journal of Medicine, "Sugar-Sweetened Beverages and Genetic risk of Obesity", analiza la relación entre la ingesta de refrescos azucarados y la predisposición genética a la obesidad (utilizando datos recogidos en tres estudios diferentes, NHS, HPFS y WGHS). Y encuentra una clara correlación entre ambos factores, sobre todo cuando más refresco se toma.
Observando el gráfico del documento original se aprecia claramente esta relación:
En todos los estudios cuando la cantidad de refresco en >1 raciones/día el valor del riesgo relativo aparece mucho más desplazado a la derecha.
Aunque sea un estudio observacional y por ello no sea estrictamente riguroso concluir directamente la causalidad, es un nuevo dato en favor de limitar la ingesta de refrescos azucarados. Uno más, que podría interpretarse de diferentes formas. Podría deducirse que aquellas personas que presentan más genes que le predisponen a la obesidad tienen más tendencia a beber refrescos azucarados. O también podrían pensarse que a quienes tienen más de estos genes, les afecta más negativamente el beber refrescos.
De cualquier forma, tomar refescos con mucha moderación parece una buena idea sea cual sea su situación. Incluso aunque usted haya sido afortunado en su carga genética.
Hola Centinel. En primer lugar, muchas gracias por tu blog y tu libro, son muy buenos y útiles. Se lo recomiendo a todo el mundo.
ResponderEliminarTe escribo, un poco fuera del tema de esta entrada, para sugerirte un tema para alguna entrada que a mí me interesaría mucho: los edulcorantes acalóricos ya sean artificiales (sacarina, ciclamato, sucralosa, etc.) o naturales (estevia). He leído a menudo las siguientes afirmaciones:
- Los edulcorantes artificiales provocan picos insulínicos.
- Los edulcorantes artificiales ralentizan el adelgazamiento porque interfieren en el hígado, en las células grasas, etc.
- Los edulcorantes artificiales son malos para la flora intestinal.
- La estevia es más sana que los edulcorantes artificiales.
- Los edulcorantes artificiales provocan cáncer.
Yo personalmente, que sigo una dieta como la que tú recomiendas, no limito las cantidades de edulcorante que tomo. No sé si debería diversificar los distintos edulcorantes, pasarme a la estevia (que es más cara si uno la quiere sin dextrosa y demás aditivos calóricos) o limitar al máximo cualquier edulcorante.
¡¡Muchas gracias!!
Muchas gracias por la sugerencia, tomo nota y prometo un post. Aunque te adelanto que la mayoría son mitos y leyendas, todos son seguros en cantidades normales.
ResponderEliminarSaludos.
¡Muchas gracias! :-)
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