Sobre la velocidad del adelgazamiento se dicen muchas cosas. Por ejemplo, es habitual escuchar que adelgazar demasiado rápido es poco deseable y que puede dar lugar a efectos negativos, como el popular "efecto rebote". Es cierto que la promesa de perder peso rápidamente es algo que suele acompañar a las dietas de moda, generalmente poco recomendables, pero no conviene deducir cosas a partir de las exageraciones de quienes quieren vendernos falsos milagros. Lo cierto es que ese tipo de afirmaciones sobre el "adelgazamiento rápido" no tienen tienen demasiada evidencia, ya que los estudios que hay sobre el tema son escasos y poco concluyentes, como ya he explicado anteriormente en este blog (uno, dos).
Para ir aportando más luz en este tema hace unas semanas se publicó el primer metanálisis que puede aclararnos un poco la situación. Se trata de "Effects of gradual weight loss v. rapid weight loss on body composition and RMR: a systematic review and meta-analysis" (2020) y sus autores recopilaron los resultados de siete ensayos que compararon una pérdida de peso "gradual" con otra "rápida". De todo ello pudieron extraer datos y resultados relacionados con unos cuantos parámetros de interés: peso corporal, IMC, contorno de cintura, contorno de cadera, grasa corporal, porcentaje de grasa corporal, masa magra y gasto energético en reposo.