Hace ya un tiempo hice
una revisión sobre la evidencia existente respecto a la utilidad del consumo de edulcorantes para el control del peso corporal. O mejor dicho, la falta de evidencia, porque como pueden leer en
aquel post, no había demasiadas pruebas para pensar que fueran especialmente valiosos en procesos de adelgazamiento o para la prevención de la obesidad.
Después de aquello he ido recopilando
algunos estudios posteriores que he considerado interesantes y significativos, pero sin encontrar demasiadas novedades ni pruebas sólidas de que la balanza se inclinara en su favor o en su contra, dando la razón a quienes piensan que sirven para perder peso o a quienes opinan que son contraproducentes.
Pues bien, hace tan solo unos días se ha publicado un nuevo metaanálisis sobre el tema, "
Nonnutritive sweeteners and cardiometabolic health: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials and prospective cohort studies" (2017). Tras aplicar los criterios predefinidos, los autores de esta revisión han seleccionado 7 ensayos de intervención (de más de 6 meses de duración) sobre diversos edulcorantes así como 30 estudios observacionales, que incluían los datos de cerca de medio millón de personas e investigaciones con varias décadas de duración.