Cuando escribí el post anterior sobre los médicos con sobrepeso lanzando una campaña para la prevención de la obesidad infantil, quería hacer hincapié en lo que considero importante y que ilustraba la fotografía que lo acompañaba: Que siguen dándose recomendaciones fundamentales poco basadas en la evidencia científica. Y, he de confesarlo, también quería aprovechar la ocasión para reñir un poco a aquellos que juzgan inmediatamente a las personas en base a su aspecto físico.
Sin embargo, los resultados han sido bastante frustrantes. En lugar de debatir sobre los ejes y las directrices de la campaña, finalmente en las redes sociales y en los comentarios del post casi todos se centraban en la importancia de dar ejemplo de dietistas y médicos a la hora de realizar su trabajo. Bastantes han destacado la necesidad de pedir coherencia a los sanitarios y de exigirles (al menos "moralmente") que practiquen lo que predican.
Pero ¿por qué tendrían que hacerlo? ¿Hay pruebas y razones objetivas que lo recomienden? Por ejemplo, ¿tienen que dar ejemplo para poder ejercer de forma eficaz? ¿O simplemente es una cuestión de imagen? Si simplemente se trata de un tema de deterioro de su imagen, el problema sería mayormente privado y particular. Quizás tendría más importancia si esa falta de coherencia generase una pérdida de credibilidad, ya que podría afectar a la adherencia del paciente al tratamiento. Y la cuestión ya sería preocupante si se demuestra que ese sobrepeso afecta a su profesionalidad o a los resultados.
¿Y qué dice la ciencia al respecto? Como podrán comprobar es un tema complejo y menos sencillo de lo que parece a simple vista si nos basamos en evidencias.
¿Un profesional sanitario obeso transmite menos confianza?
El estigma que sufren las personas obesas es un aspecto ampliamente estudiado en la literatura científica, afecta a todas las profesiones y en todos los ámbitos. Y entre los médicos no es una excepción.
Los prejuicios respecto a los sanitarios con sobrepeso alcanzan hasta a los propios médicos. En el estudio de 2012 "Impact of Physician BMI on Obesity Care and Beliefs" se confirmó claramente, siendo más intensos entre aquellos que estaban delgados. Se entrevistó a 500 médicos de atención primaria y los que tenían un peso normal o eran delgados opinaron con más frecuencia que los pacientes confiaban menos en los consejos para adelgazar que viniesen de un médico obeso. Además, fue el grupo que más firmemente pensaba que el médico debía dar ejemplo en temas de buenos hábitos y también mostraron más tendencia a hacer propuestas de pérdida de peso entre sus pacientes.
Respecto a la percepción del paciente, las investigaciones son más numerosas. Entre las más recientes yo destacaría el estudio de 2013 "The effect of physicians' body weight on patient attitudes: implications for physician selection, trust and adherence to medical advice" en el que se analizó la cuestión con 358 pacientes. Para ello se les dividió en tres grupos y a cada uno de ellos se le "asignó" y describió un supuesto médico diferente. Uno de los médicos era normopeso, otro tenía sobrepeso y el tercero era obeso. Posteriormente se les hizo una batería de preguntas para testar sus pecepciones sobre él. Los médicos descritos como obesos obtuvieron los peores resultados en todos los aspectos; confianza, compasión, convencimiento para seguir sus consejos e inclinación a cambiar de médico.
En un estudio anterior, "Does physician weight affect perception of health advice?" (2003), también se analizó la confianza de los pacientes en sus médicos a la hora de recibir consejos relacionados con la salud en general, en función del peso de éste. Y se obtuvieron resultados similares, con mejores puntuaciones para aquellos con peso normal .
Así que parece bastante claro que, desde un punto de vista global, la obesidad hace mella en la confianza que transmite un sanitario.
Centrémonos ahora en el tema relacionado con la especialidad del blog, los tratamientos para la pérdida de peso. Probablemente creamos que el primer pensamiento que se puede generar ante un médico o dietista obeso sería "si es incapaz de resolver su obesidad, ¿cómo va a ser capaz de resolver la mía?". Es el argumento más utilizado entre aquellos que exigen coherencia a estos profesionales y que se suele calificar como "de cajón". Sin embargo, la psicología humana es de todo menos simple y este razonamiento tan lógico parece estar equivocado.
En el interesante trabajo "How does physician BMI impact patient trust and perceived stigma?" (2013) se estudió de forma especifica la cuestión con una amplia muestra de 600 mujeres. Al analizar la confianza en general, al igual que en los estudios anteriores, se observaron diferencias en favor de los profesionales con peso normal (8,6 puntos) frente a los que presentaban sobrepeso (8,3 puntos) u obesidad (8,2 puntos). Sin embargo, y aquí llegó la sorpresa, al preguntarles sobre la credibilidad en temas relacionados con la pérdida de peso las tornas se cambiaron. A la hora de recibir consejos para adelgazar, las pacientes confiaron significativamente más en los consejos de los médicos con obesidad (8,7 puntos) que en los de peso normal (7,7 puntos).
¿A qué se debe esta paradoja? Tal y como reflexionan los autores de la investigación, es probable que al compartir la condición de obesos, se produzca una mayor empatía y una mejor comunicacion e interacción entre el paciente y el médico, lo que impacta positivamente en la credibilidad. Hasta el punto de superar los posibles prejuicios derivados de su aspecto físico. Si nos ponemos en el lugar del paciente, esta aparente contradicción puede tener sentido. Si recibimos consejos para adelgazar de médicos delgados podríamos tener pensamientos defensivos del tipo "este doctor no me entiende, yo no soy como él", "mi caso es diferente" o "claro, para él es fácil dar consejos porque está delgado".
¿Un profesional sanitario obeso consigue peores resultados?
La evidencia definitiva que nos permitiría aclarar toda esta cuestión sería la que nos indicara si los dietistas o médicos delgados obtienen mejores resultados con sus pacientes en los tratamientos de pérdida de peso. Yo no he podido encontrar ninguna investigación sobre el tema y, personalmente, dudo que se haga nunca. Y si se hace, no creo que obtenga resultados en este sentido.
Así que me van a permitir repetir mis comentarios del post anterior. La obesidad es un fenómeno complejo, así que criticar la profesionalidad de un médico o dietista concreto basándose en su peso corporal o exigirle coherencia o autoridad moral no tiene demasiada justificación a la vista de las pruebas. Si para cualquiera es duro psicológicamente sobrellevar esos kilos de más, para ellos probablemente lo sea aún más. Además, esta actitud con frecuencia esconde la carencia de argumentos sólidos, animadversión por el oponente o deseo de desprestigiarlo a toda costa.
Otra cosa es que una buena parte de la población esté obesa y que sus médicos también, en cuyo caso es evidente que existe un problema de enfoque global y que hay que abordar cuanto antes. Y precisamente a mí me parece que ahí está el quiz de la cuestión. Y el debate realmente importante.
Actualización 2017:
Un nuevo estudio, "Healthier than thou? "Practicing what you preach" backfires by increasing anticipated devaluation" (2017), llega a similares conclusiones: a los pacientes con sobrepeso los médicos que menos les gustan para adelgazar son aquellos que se ponen a sí mismos como ejemplo.
Seguro que el médico de la foto, obeso mórbido, transmite menos confianza a los pacientes y seguro que los políticos de ayer podrían haber sido reemplazados otros con una imagen más adecuada. Pero me sorprende que desde este blog o desde Alimmenta, que al parecer también se quejaron del aspecto de los políticos, no reparen en Giuseppe Russolillo, presidente de la AEDN, que es muy simpático, es buen divulgador, con conocimientos acertados sobre el tema pero que padece sobrepeso/obesidad según las épocas.
ResponderEliminarY como no soy el único que se ha dado cuenta, dejo un link donde se habla de esto mismo y se cuenta una anécdota con el inefable Dukan de por medio.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/dietista-obeso-que-verguenza-2523378#
Hola Rubén,
EliminarDejamos ayer un comentario en el primer post en el que explicamos nuestra posición en este tema, que coincide con la del autor del blog. Copio y pego
"Compartimos tu opinión. Con el tweet queríamos destacar varias cosas:
- Por una parte, que los médicos dan consejos de nutrición. ¿Acaso los dietistas salimos en prensa explicando cómo se tienen que cepillar los dientes las personas para cuidar el esmalte? ¿O explicamos cómo tratar las aritmias cardiacas? Pues zapatero a tus zapatos. No dudamos de la capacidad intelectual de los señores médicos pero hasta el momento nos hemos encontrado realmente muy pocos que tengan un conocimiento medio en nutrición.
- Que la imagen no es la más acertada. Es muy cierto que la obesidad es una enfermedad multifactorial y que no todas las personas están obesas por la misma razón. Al poco de empezar con Alimmenta nos dimos cuenta que era necesario tener una psicóloga clínica y un médico endocrino porque un dietista-nutricionista no tiene la solución en todos los casos. Pero es que no se salva ni uno...
No se trataba tanto de estigmatizar a una persona con sobrepeso sino de remarcar que los médicos lleven la voz cantante en esto de la nutrición. ¿Os imagináis un médico endocrino en un medio de comunicación como un experto en odontología? ¿O un cardiólogo como experto en plantillas deportivas? Pues en nutrición, cualquiera es un experto, coach, life style, wellness trainer o "singer morning".
¡Un fuerte abrazo y felicidades por tu gran trabajo!"
@ Alimmenta
EliminarSí, leí vuestro post de ayer. Entiendo que los DN tenéis problemas de intrusismo y apruebo vuestra lucha corporativa. Pero creo que el debate es otro: si la obesidad afecta o no a la credibilidad del médico y si la obesidad de los médicos de la foto da ejemplo a los niños.
Si os molesta que los médicos salgan en los medios cuando se habla de nutrición está bien que os quejéis. Si os molesta que a los médicos de la foto les sobre bastantes kilos, vuelve al debate el presidente de los DN de España. Y no quiero cebarme y quizá hubiera sido mejor no personalizar, ya he dicho que me gusta como profesional. Pero si nos quejamos del sobrepeso de los médicos quejémonos del de los demás. Sería más justo.
Gabriel:
ResponderEliminarBueno usted mismo citas dos estudios 1 :"Impact of Physician BMI on Obesity Care and Beliefs" y 2 "The effect of physicians' body weight on patient attitudes: implications for physician selection, trust and adherence to medical advice", asi que no creo que la frase que emplea "no tiene demasiada justificación a la vista de las pruebas" es cuando menos discutible.
Si se hacen estudios para ver si el estado físico del médico influye en la percepción del paciente o de los mismos colegas y los resultados afirman que si , pues poco mas hay que decir , existe una influencia clara.
Con respecto al estudio de las pacientes participantes en "How does physician BMI impact patient trust and perceived stigma" , apoyan igualmente esto excepto en el caso de consejos directamente relacionados con la obesidad , bueno no hay conclusiones y solo caben teorizar sobre los motivos , " que si este muchachito joven y con tipin , que va a saber de obesidad" y otras por el estilo.
Me reafirmo en mi idea de que un experto en nutrición humana , debería al menos en teoría conseguir para si mismo/a un estado físico acorde con lo que pretende transmitir a sus pacientes. La coherencia es un elemento esencial en cualquier práctica profesional y entiendo por coherencia en este caso " si conozco las bases de una alimentación sana que tendrá como resultado un cuerpo sano, yo mismo debo haber conseguido ese cuerpo" y si no es así algún aspecto de mi teoría falla.
Tal vez lo que falle , como bien comenta alimenta por ahí, es que los médicos rara vez tienen conocimientos sólidos sobre nutrición , ya que tienen una asignatura cuatrimestral en toda la carrera, y no deberían ser ellos los encargados de liderar una campaña contra la obesidad.
Por último le aseguro que no tengo ninguna animadversión esos señores o deseo de desprestigiarlos a ninguna costa costa, ni creo que mis argumentos sean menos sólidos que los de otros incluido Usted, que lo que expone es una opinión personal , no basada en datos científicos.Simplemente pienso que el aspecto físico si importa, no confio en un monitor de culturismo escuchimizado ( se imagina) o en una monitora de aerobic obesa , soy a sí y no creo que la ciencia me lleve la contraria ( ni me de la razón) . Un salu2
"Usted, que lo que expone es una opinión personal, no basada en datos científicos". No es cierto, aporto un estudio. Es poco, cierto, pero es algo. Usted ninguno. Y los resultados indican que sus hipótesis y lógica de pensamiento no coincide con la mayoría de los pacientes que quieren adelgazar.
EliminarGabriel
EliminarYo no llevo un blog de nutrición ni me dedico a buscar estudios, pero ya le digo que el estudios que usted aporta , aporta poco (VLR), ya que parte del axioma ( no demostrado) de que los médicos son igualmente eficaces da igual si de forma general o especificamente en temas dietéticos, siendo obesos o no.
Supongo igualmente que usted será capaz de diferenciar entre un resultado de un experimento científico y una opinión personal , que es lo que usted ofrece, haya escrito 1 , 2 o los estudios que sean, sobre si es acertado o no confiar en la apariencia física del médico, la lógica nos diría que no, pero , ya sabrá usted cuantas veces la lógica nos ha engañado en la historia, de eso la ciencia sabe y mucho.
Por lo que sigo pensando que su opinión sobre lo acertado de la primera impresión no se basa en datos científicos sin en su experiencia personal propia.
Salu2 y buen fin de semana
Respecto al intrusismo, ¿qué hacemos con las publicaciones de divulgación de J.M. López Nicolás o J.M. Mulet en blogs, libros, entrevistas? ¿Las censuramos por no ser DN?
ResponderEliminarLos médicos tienen todo el derecho a hablar de nutrición. El problema no es ese, sino que hablen los que no saben, sea Agamenón o suporquero. Por ejemplo, Centinel no es medico, nutricionista ni dietista; pero su opinión es más digna de atención para mí que la de muchos con un título que supuestamente los avala. El problema de esto es que Centinel ha de citar mil artículos como evidencia cada vez que quiere presentar un consejo nutricional, mientra que un experto suele soltarlos con su única autoridad. Me quedo con los que tienen cierta evidencia científica, que además son los únicos que, casualidad, me han hecho adelgazar y mantenerme en mi peso.
ResponderEliminarDe todas maneras, en esta entrada el tema ha cambiado porque ya no son solo quienes hablan de dietas y adelgazamiento, ahora son los sanitarios en general. No es el mismo caso. Yo no juzgo a mi fisioterapeuta si está obeso. Pero a quien quiere darme consejos de nutrición, sí.
Con esto igual soy un poco duro debido a mi experiencia personal, dos cosas:
a) médico de cabecera queriendo darme medicamentos contra el colesterol porque (en un solo análisis) lo tengo cerca de 240, cuando el "bueno" está en 69 y el resto de valores son óptimos, estoy muy delgado, no fumo y hago ejercicio intenso regularmente (y posteriormente otro médico me ha dicho que estoy bien y no me moleste). Me imprimen unas directrices de dieta. Lo obsoleto de siempre, lo ignoro. El médico tiene sobrepeso.
b) familiar médico, dietista aficionado con toda la sección femenina de la familia a dieta bajo su supervisión. Intento hacer conocidas las ideas del libro de Centinel, que ni se digna leer (así lo ha dicho) y tacha de disparates, especialmente los consejos sobre las grasas. No tengo nada que hacer ante la autoridad de un médico. Su sistema es lo de siempre, las grasas son malas, etc. y encima usa Pronokal, una dieta milagro. Resultado, toda la familia que está bajo su tutela sigue con problemas y con efecto rebote continuamente. Mi pareja y yo delgadísimos, estables en el peso y con unas analíticas saludables. El médico, y todos los que están bajo su tutela, con sobrepeso (yo estoy esperando que con el tiempo la evidencia se imponga).
No es juzgar por el físico, es que hay una evidencia, un hecho, que desmiente la teoría. Algunos pueden tener problemas, ya sabemos que cada cuerpo es un mundo; pero el sobrepeso en un nutricionista o experto hace desconfiar de que el experto sepa de lo que habla.
Para mí, quien aconseja sobre nutrición (médico o no) y tiene sobrepeso está bajo sospecha.
Añado que está bajo sospecha porque ahora sé lo que sé, que mucha de la teoría sobre nutrición está obsoleta y hay una (para mí inexplicable) resistencia de los profesionales a hacerse eco de la evidencia científica, que si yo conozco es solo gracias al autor de este blog.
ResponderEliminarCuando veo que quien aconseja sobre nutrición tiene sobrepeso, pienso que es muy probable que su teoría sea la de siempre, que preferirá que tome arroz blanco a que sea generoso con el aceite en las ensaladas, me desnatará la leche, me quitará los frutos secos, no me dejará comer tanta proteínas, etc.
Soy fisioterapeuta y durante la carrera algunos profesores señalaban la importancia de mantenerse en forma para que los pacientes confiaran en uno. Estoy de acuerdo con que la obesidad es un fenómeno complejo y no debería ser suficiente para juzgar cuán bueno es un profesional en salud, pero desafortunadamente la gente compra imágenes.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con Gerardo en lo que dice, un poco relacionado con mi comentario de antes y que supongo que es también lo que tú mismo, Centinel, comentas: Hay algo en las dietas recomendadas que no funciona, ni a pacientes ni a médicos.
ResponderEliminarSobre la paradoja del aprecio al nutricionista gordo, me parece bastante claro que es por un efecto de empatía. También es cierto que los pacientes prefieren a un nutricionista indulgente que les diga que pueden desayunar con cinco galletas maría por las mañanas si toma leche desnatada con el café, y probablemente uno que se considere a sí mismo autoindulgente (como suelen considerarse los que tienen problemas de sobrepeso) lo será también con sus pacientes.
Hola centinel.
ResponderEliminarMe gustaría que cuando pudieras hicieras un estudio sobre el kefir de agua y de leche , los efectos benéficos que tienen sobre el organismo y si es cierto o no de que sirven para adelgazar como dicen en casi todos los sitios que he visto de la web.Gracias.
Hola Centinel, permitame una correción, cometió un error en la frase "si no es incapaz de resolver su obesidad, ¿cómo va a ser capaz de resolver la mía?". Excelente artículo, lo felicito por su blog. Saludos cordiales.
ResponderEliminarGracias anónimo, tienes razón. Esas dobles negaciones... corregido.
EliminarTodo esto me parece un poco absurdo. Alguien puede ser una eminencia en tabaquismo y no dejar de fumar, porque le gusta ("de algo hay que morir") o no quiera hacer el esfuerzo de dejarlo. Quienes buscan tratamiento son sus pacientes, no él.
ResponderEliminarTambién, uno puede estar al día en cuanto a investigación en deporte y salud, pero no hacer deporte por no saber organizarse, o por pereza. ¿Es incompatible?
(que conste que yo no fumo, y sí hago algo de deporte)
Sí, claro que sí. Puede significar que no se aplica a sí mismo sus consejos, el "de algo hay que morir"; pero también que sí se los aplica y no funcionan, que están equivocados. Expertos que no se aplican su teoría existen, pero es más habitual que el experto en un tema se lo aplique.
EliminarEl problema es cuando no son unos pocos casos aislados, excepciones, cuando resulta que es un equipo de expertos al completo, cuando resulta que es demasiado frecuente entre los que se supone que son autoridades. La conclusión lógica tiende entonces a que su conocimiento está equivocado.
En el caso de la nutrición, además sabemos que es cierto porque también podemos juzgar sus indicaciones, que sabemos obsoletas y sin base científica. No es juzgarlos por su aspecto, es ver su aspecto y pensar "a que va a decir esto", "a que es de esta escuela", y casi con seguridad acertar.
En el caso del equipo médico de la entrada anterior es lo que pasó. Uno los ve, nota su sobrepeso y piensa que lo que digan será "lo de siempre", para acto seguido pasar a leer sus consejos y confirmar que sí, que es lo de siempre y no están al día.
Es una verdadera lástima, porque la iniciativa es bien intencionada y loable, pero si ves las bases de la campaña de este equipo de médicos, ya empezamos mal:
http://www.vtelevision.es/healthlabkids/
Su menú sano semanal incluye, y no hay día que se salve: galletas, cereales, arroz blanco, pasta, patatas, pan, pan y más pan... Y en cuanto a las raciones, por ejemplo, lo de siempre en contra de las grasas, sean o no saludables: restringe frutos secos a un puñado y el aceite de oliva a una cucharada sopera.
Poco van adelgazar esos niños.
Por cierto, Centinel, je, je, creo que tú nunca te has "mojado", ¿verdad?
ResponderEliminarNecesitamos datos tuyos: masa, altura, contorno de cintura, contorno de cadera, contorno de cuello, edad, etc...
Así te podremos decir si tienes autoridad moral para escribir este blog ;-)
Je, je, je, je, je, je, je
Je, je, sabía que al final saldría el tema...
EliminarDavid, uno de los compromisos que me prometí cumplir al escribir el libro (y en el blog) fue no hablar nunca de mi caso particular ni de mis experiencias personales, porque eso distorsionaría todo el enfoque de basarse en estudios científicos. Soy consciente de que mis ideas preconcebidas me afectan en todo lo que digo, pero al menos intento no justificar mis argumentos en base a lo que yo creo que le pasa a mi cuerpo. Y espero seguir cumpliendo esa promesa.
Puedo decir que soy coherente con lo que digo en el libro y lo cumplo desde hace años. Y estoy muy satisfecho, de verdad.
Para los más curiosos, puse en mi avatar de Twitter una foto mía en el monte, no muy nítida, lo sé, pero sirve para hacerse una idea.
Ciertamente del hecho que un médico tenga sobrepeso u obesidad no se sigue que sea menos eficaz como dietista. Ahora bien, esto es sólo lógica. Desde un punto de vista psicológico, sí parecería que va a inspirar menos confianza a sus pacientes. Al menos, a mí me sucedería. Y eso que creo que sería más indulgente con un jardinero con un jardín desaseado, con un asesor de imagen que siempre va hecho un desastre o con un peluquero con un pelo horrible... En los temas relacionados con la salud me parece más exigible predicar con el ejemplo. Sin embargo, según el artículo, esta idea no es la más compartida. Me ha sorprendido este resultado aunque también puede tener su sentido (apelando a la empatía, etc.). En fin, nuevamente, la gente dispuesta a encajar lo de que en casa de herrero, cuchillo de palo.
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