Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable

7 mar 2016

Proteínas y saciedad, el metaanálisis

La idea de que las proteínas pueden ayudar a aumentar la saciedad está cada vez más ampliamente extendida, aunque es cierto que todavía la evidencia en su favor no es todo lo abundante que sería deseable. Tal y como conté en esta serie de posts sobre las proteínas, las pruebas parece que se inclinan en ese sentido, pero no todo el mundo acaba de verlo claro. Incluso la EFSA en su última revisión sobre el tema, hace tan solo un año, (tengo pendiente un post sobre ella) se ventiló el asunto considerando no relevante la proporción de macronutrientes en el control del peso corporal.

El último metaanálisis sobre las proteínas y su utilidad en el peso es especialmente interesante porque se ha publicado en la revista oficial de los dietistas norteamericanos, así que es de suponer que los revisores lo habrán mirado con lupa. Se trata de "The Effects of Increased Protein Intake on Fullness: A Meta-Analysis and Its Limitations" (2016) y destaca porque parece que sus autores han sido muy exigentes en la selección de los estudios. Según cuentan en el documento original, de las más de mil investigaciones identificadas en un primer momento, finalmente solamente han podido incluir en la revisión cinco de ellas. Las razones de esta amplia criba han sido los nueve requisitos que debían cumplir todos los estudios, sin excepción:


  1. Realizado con personas.
  2. Participantes sanos (sin enfermedades crónicas).
  3. Estudio de intervención.
  4. Intervención dietética utilizando proteína intacta (no suplementos de aminoácidos específicos).
  5. Consumo oral.
  6. Diseño con precarga (comer proteínas antes de una comida).
  7. Medición de la plenitud (fullness).
  8. La plenitud se mide con método de área bajo la curva (AUC).
  9. La plenitud se reporta de 2 a 4 horas después de la precarga.
Para los más curiosos: el método AUC se realiza midiendo la plenitud varias veces y cada cierto tiempo, normalmente en una escala de 0 a 100. El resultado, representado gráficamente, es una curva, de la cual se puede medir el área. Cuantos mayores valores de plenitud se hayan obtenido, mayor será el área de debajo de la curva.

Pues bien, esta es la representación gráfica de los resultados de los cinco estudios incluidos en el metaanálisis:



Como pueden observar, los cinco obtuvieron valores favorables (más saciedad o plenitud) para una mayor ingesta de proteína.

Y esta es la traducción de las conclusiones de los autores:

"Tomados en conjunto, los resultados de este análisis apoyan la idea de que la proteína se asocia con mayores valores de plenitud en adultos sanos. Estos hallazgos podrían ser prometedores para recomendaciones terapéuticas y preventivas para gestionar la plenitud y quizás la ingesta de energía y el peso corporal. Sin embargo, estos resultados deben interpretarse con cautela, ya que el análisis se llevó a cabo en un subconjunto muy limitado de literatura publicada, que puede ser o no representativa de la totalidad de la ciencia. Los metaanálisis puede proporcionar información útil, pero tienen limitaciones importantes que deben complementarse con otros enfoques (por ejemplo, estudios observacionales, a más largo plazo, modelos mecanicistas en animales y humanos, ensayos controlados aleatorios, y exámenes analíticos) que permitan llegar a conclusiones fiables acerca de la eficacia y la efectividad de una mayor ingesta de proteínas con respecto a la sensación de apetito, el consumo de energía y la composición corporal".

Ahí queda, supongo que de especial interés para los más escépticos.

9 comentarios:

  1. Muy buena la entrada. Lástima que no tenemos el acceso al artículo completo.
    Te comento que en clínica se ve un efecto saciante realmente efectivo por parte de las proteínas. Además, tienen un efecto termogénico específico y disminuyen el índice glicémico cuando se consumen con otros alimentos. La verdad es que no se por qué administraron las proteínas como precarga. Debieron hacerlo en la comida, es más fisiológico y aumenta la adherencia. Un saludo.

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  2. Marta, el paper está disponible en http://sci-hub.io/10.1016/j.jand.2016.01.003

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  3. Recapitulando y sin el paper en mano, pienso que tal vez los autores no quisieron crear variables confusoras al mezclar proteínas con otros alimentos. Válido entonces para el experimento. Determinamos poder saciante y nos vamos a la clínica.

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    1. Un artículo bastante sincero, (excepto al final); consciente de sus limitaciones. Efectivamente veo variables confusoras. En las conclusiones se debería entonces colocar que el estudio SUGIERE pero, a mi manera de ver, NO SOPORTA lo planteado, como ellos escriben. Paper que sirve de escuela para otros venideros, siempre que sea analizado con sentido crítico. Hacen falta más estudios de intervención en humanos. Bienvenidos sean. Gracias Luis y gracias, Anónimo.

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  4. No tenía ni idea de que no había ciencia sólida detrás de ello. Otra cosa que daba por hecha.

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  5. Es poco útil agrupar a todas las proteínas. Por ejemplo: la glutamina sube el azúcar y la leucina lo baja

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  6. La cuestión sería aclarar si hay alimentos más interesantes que otros desde el punto de vista de la saciedad y las estrategias de control de peso en la dieta. Además no se puede caer en el error de clasificar de forma elemental entre alimentos proteicos, con hidratos, etc.como hacen las dietas disociadas ya que todos los alimentos tienen estos componentes aunque en mayor o menor cantidad. Si no se aclara la gente se lleva a confusión.

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  7. Buenas, ¿para cuándo otro artículo que muestre relación si la hay entre ingesta alta de proteínas y diabetes? Gracias.

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