No siempre vamos a tener que traer malas noticias relacionadas con la obesidad. Hay veces que la ciencia hace descubrimientos que ayudan a cambiar prioridades en algunas situaciones. Algo así puede ocurrir tras la publicación del estudio "Does obesity really matter? The impact of BMI on embryo quality and pregnancy outcomes after IVF in women aged ≤38 years", en el que científicos de la universidad de Australia han analizado si la obesidad en mujeres embarazadas afecta al feto.
Los resultados indican que aunque en casos de obesidad muy elevada se reduce la fertilidad de la mujer y aumenta el tiempo dedicado y la dificultad del parto, el desarrollo del feto no se ve afectado. Así que si el sobrepeso se descontrola un poco, las mamás tampoco tienen que angustiarse por la salud de su futuro bebé.
Espero que esta noticia no empuje a ninguna mujer a pensar que el engordar exageradamente durante el embarazo no da problemas. Puede que el feto no sufra, pero si lo harán su metabolismo y su cuerpo y después será muy difícil volver a la situación original.
Pero tampoco se trata de obsesionarse con cada gramo que engordamos por encima del peso recomendado, como también ocurre en muchos casos. El sentido común es el mejor criterio.
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