Dicho esto, me gustaría destacar una artículo que se publica esta semana en Nutrition Journal, accesible en su totalidad y titulado "Saturated fat and cardiovascular disease: The discrepancy between the scientific literature and dietary advice". Por supuesto, Nutrition Journal es una publicación científica, rigurosa y seria.
El mencionado estudio incluye por un lado el resumen de los resultados de las revisiones más recientes y rigurosas sobre las grasas saturadas, el colesterol y las enfermedades cardiovasculares. Y por otro el análisis de los últimos consejos dados por las autoridades americanas (Departamento de Salud USDHHS, Agricultura USDA e Instituto de Medicina IOM) y europeas (Autoridad seguridad alimentaria EFSA), que son principalmente estos dos:
- Consumir menos del 10% de las calorías a partir de grasas saturadas, sustituyéndolas por grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas.
- Reducir al máximo la ingesta de grasas saturadas.
Las deducciones a las que llega el autor son bastante preocupantes: No hay evidencias científicas para restringir las grasas. Al parecer hay numerosos y relevantes estudios y revisiones que llegan a conclusiones diferentes y que no se han incluido a la hora de llegar a los consejos finales. De hecho, se han obviado precisamente una gran cantidad de estudios no alineados, en algunos casos incluso más rigurosos y numerosos que los que sí se han tenido en cuenta. Además, en varios casos se han interpretado erróneamente datos y resultados o se han deducido consejos contrarios a dichos resultados.
Son acusaciones bastante graves, pero en el artículo original se concretan con bastante detalle una por una, identificando las referencias en las que se basan las diferentes autoridades para dar sus recomendaciones y las que se han obviado. Y son tantas, que es difícil no tener en cuenta esta investigación.
Si tenemos un mínimo de sentido común debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Y qué interés pueden tener estas autoridades en mentirnos? Aquí es donde me voy a dar mi opinión personal. Como ya he dicho, no creo en conspiraciones, pero sí en inmovilismos. No creo que nos quieran mentir, pero muchos estudios recientes sobre las grasas sugieren directrices dietéticas bastante menos restrictivas que las que se han sugerido durante muchos años. Y eso supone dos cosas: reconocer que se ha estado equivocado largo tiempo y "apostar" por nuevas directrices. Lo primero cuesta, pero lo segundo aún más, ya que la epidemiología no es una ciencia exacta y decantarse por algo novedoso siempre conlleva cierto riesgo de volver a equivocarse.
Si tenemos un mínimo de sentido común debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Y qué interés pueden tener estas autoridades en mentirnos? Aquí es donde me voy a dar mi opinión personal. Como ya he dicho, no creo en conspiraciones, pero sí en inmovilismos. No creo que nos quieran mentir, pero muchos estudios recientes sobre las grasas sugieren directrices dietéticas bastante menos restrictivas que las que se han sugerido durante muchos años. Y eso supone dos cosas: reconocer que se ha estado equivocado largo tiempo y "apostar" por nuevas directrices. Lo primero cuesta, pero lo segundo aún más, ya que la epidemiología no es una ciencia exacta y decantarse por algo novedoso siempre conlleva cierto riesgo de volver a equivocarse.
Para intentar explicarlo mejor, pondré un ejemplo. Imaginemos que un médico de familia que está al día y conoce todos estos estudios, le dice a una persona mayor que tiene el colesterol total bastante elevado pero el resto de factores estupendamente, que no se preocupe por las grasas y que las coma con normalidad. Y supongamos que esa persona se lo cuenta a sus familiares y al de poco fallece de un infarto o íctus. Es algo que con seguridad ocurriría muy a menudo, hagamos lo que hagamos, porque un gran porcentaje de personas mayores mueren por enfermedades cardiovasculares, independientemente de lo que coman. ¿Se imaginan lo que pensarían y contarían sus familiares sobre el médico a partir de ese momento? ¿ Y lo que pasaría si se lo contasen a otros médicos con ideas más conservadoras? ¿Creen que hay muchos médicos que se arriesguen a pasar por eso?
Seguiremos atentos a todo este apasionante movimiento. Y siempre con la ciencia por delante, el resto no son más que elucubraciones y creencias.
Enhorabuena por el blog! De verdad...Da gusto encontrar sitios como este, que se busca la verdad con la ayuda de la ciencia, no por las propias experiencias y aveces, dinero de por medio, nos intentan engañar :)
ResponderEliminarA seguir asi, Un fan ;)
Gracias, Daniel. Espero "verte" por aquí a menudo.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Graaasas, graaasas, graaasas. Yo ya estoy convencido, no necesito a ese médico para que me lo diga, pero con el ejemplo personal se puede divulgar muy bien y si además tenemos respaldo científico, mejor que mejor. No digo que los médicos no sigan la ciencia, pero la ciencia avanza.
ResponderEliminarSaludos.