Si les pasa como a mí, que me encanta el chocolate, puede que tengan ciertas dudas a la hora de elegirlo. Como les expliqué en
este artículo anterior sobre el cacao podemos comer este delicioso alimento con cierta tranquilidad, ya que su consumo moderado no se asocia a nada negativo. Pero hoy en día la variedad es tal que es difícil decidirse entre tanta tableta, tanto sabor y tantas características. Así que vamos a intentar analizar las opciones disponibles, a ver si podemos dar alguna directriz sencilla que nos sirva de ayuda.
La primera de ellas es bastante clara... y contundente. Descarte todos los que aportan muchos carbohidratos refinados y azúcares. Así que deberá olvidarse de los formatos más habituales, la mayoría de los que encontrará en cualquier comercio, tanto de chocolate normal como de chocolate con leche. Lamentablemente, también suelen ser los más baratos.
El caso es que tras este descarte tampoco nos quedarán muchas opciones. De hecho, podríamos agruparlas en tan solo dos tipos: El chocolate sin azúcar y el chocolate con alto contenido de cacao. Vamos a analizar un ejemplo de cada tipo, para ver qué podemos esperar de cada uno de ellos