Está siendo importante el revuelo que se ha armado con la reciente publicación en The Lancet de los últimos resultados del estudio PURE. Se trata de un trabajo observacional que ha recopilado datos de 18 países y más de 135.000 personas, analizando la relación entre grasas, carbohidratos y enfermedad y mortalidad cardiovascular, titulado "Associations of fats and carbohydrate intake with cardiovascular disease and mortality in 18 countries from five continents (PURE): a prospective cohort study (2017).
Pues bien, basta leer las conclusiones de los autores, para entender el interés:
"El elevado consumo de carbohidratos se asoció con un mayor riesgo de mortalidad, mientras que la grasa total y los tipos individuales de grasa se relacionaron con una menor mortalidad. La grasa total y los tipos de grasa no se asociaron con enfermedad cardiovascular, infarto de miocardio o mortalidad por enfermedades cardiovasculares, mientras que la grasa saturada tuvo una asociación inversa con el accidente cerebrovascular. Las directrices dietéticas mundiales deben reconsiderarse a la luz de estos hallazgos".
Tras difundirlo por las redes sociales, rápidamente me han llegado consultas y preguntas respecto a la relevancia y prioridad de estas conclusiones. Y como el estudiante e investigador Pauli Ohukainen ya ha hecho un análisis del trabajo y lo ha resumido en un interesante hilo de Twitter (un formato que cada vez está más de moda), me voy a limitar a traducir algunos de sus comentarios sobre el estudio:
- Las tasas de incidencia son bastante bajas y en los cuestionarios de recogida de datos se aceptan ingestas de entre 500 a 5000 Kcal día. Yo sería bastante cauteloso con estos datos.
- Contrariamente a lo que afirman los autores, hay mucho que encaja con las directrices de nutrición de muchos países.
- No conozco ninguna guía que recomiende el consumo de más del 60% de la energía como carbohidratos refinados, que es el límite que el estudio considera dañino.
- La grasa saturada es neutra (y beneficiosa para el accidente cerebrovascular en Asia), pero incluso en el grupo que más consume hablamos de un 13% de la energía a partir de este nutriente. La mayoría de las recomendaciones apuntan al 10%.
- Al analizar macronutrientes y mortalidad, no se analiza el reemplazo de grasas saturadas por polinnsaturadas, que es lo que dicen las guías más recientes, sino el reemplazo de grasa por carbohidratos.
- El consumo de frutas, verduras y lentejas aparece como beneficioso. Eso ya está en muchas recomendaciones.
- ¿Podría el consumo elevado de carbohidratos refinados (y la mortalidad saociada) ser más un indicador de una dieta pobre en nutrientes e ingresos más bajos? Ese podría ser el problema y no los carbohidratos. No creo que se pueda ajustar totalmente esta variable de confusión tan potente.
- Lo mismo ocurre con las grasas totales y saturadas: ¿su baja ingesta podría ser un signo de seguir una mala dieta?
- En mi opinión el estudio es un trabajo masivo y una mina de oro para las hipótesis. Sin embargo, realmente no hay ninguna razón para reformar las directrices dietéticas.
Ya saben que no soy ningún entusiasta del consumo de carbohidratos refinados, pero creo que a los autores se les ha ido la mano en la frase final de abstract: "Las directrices dietéticas mundiales deben reconsiderarse a la luz de estos hallazgos". Es un trabajo interesante e importante, pero un estudio observacional, a fin de cuentas. Que por sí solo tiene un valor muy limitado a la hora de tomar decisiones.
Si quieren tener una opinión algo más amplia sobre los macronutrientes y la salud, les recomiendo la lectura de algunos posts anteriores. Por ejemplo este antiguo post sobre la importancia y relevancia (o no) de los macronutrientes, o también esta serie de posts sobre el consumo de grasas saturadas y la salud. O esta reciente recopilación de revisiones sobre las grasas y la salud cardiovascular.
Actualización 31-08-2017:
Evelyn, de Carb-Sane Asylum, se pregunta, no sin razón, por qué los autores han excluido del estudio los datos de más de 7000 personas con enfermedad cardiovascular previa:
Si quieren tener una opinión algo más amplia sobre los macronutrientes y la salud, les recomiendo la lectura de algunos posts anteriores. Por ejemplo este antiguo post sobre la importancia y relevancia (o no) de los macronutrientes, o también esta serie de posts sobre el consumo de grasas saturadas y la salud. O esta reciente recopilación de revisiones sobre las grasas y la salud cardiovascular.
Actualización 31-08-2017:
Evelyn, de Carb-Sane Asylum, se pregunta, no sin razón, por qué los autores han excluido del estudio los datos de más de 7000 personas con enfermedad cardiovascular previa:
Coincido plenamente con lo que comentas en la entrada y las conclusiones sobre el estudio, y mira que soy bastante defensor de la ingesta de grasa y no me gustan nada los ch refinados.
ResponderEliminar¿Tienes algún enlace para conseguir el texto completo del artículo? Estoy muy interesado en leerlo.
Muchas gracias y saludos.
Es fácil, busca la web de sci-hub en Google e introduce el código doi del estudio.
Eliminarhttps://t.co/SWMR20bjcY
ResponderEliminarAhi esta lo que sucedio con los lipidos en PURE.
Pauli es un defensor de la hipotesis lipidica, y el PURE es una estocada lateral a esta hipotesis, creo que es un estudio que arroja una realidad, (limitada por cierto)...pero deberiamos interpretarlo en el contexto actual de epidemia de obesidad y diabetes.
Alguien sabe quien ha pagado este estudio?
ResponderEliminarLo pone al final del documento:
EliminarWe are grateful to Russell de Souza who provided valuable feedback
throughout the preparation of the manuscript. Our sincere thanks also go
to Dipika Desai who critically reviewed the nutrient database data. SY is
supported by the Heart and Stroke Foundation/Marion W Burke Chair in
Cardiovascular Disease. The PURE Study is an investigator-initiated study
that is funded by the Population Health Research Institute, the Canadian
Institutes of Health Research (CIHR), Heart and Stroke Foundation of
Ontario, support from CIHR’s Strategy for Patient Oriented Research,
through the Ontario SPOR Support Unit, as well as the Ontario Ministry
of Health and Long-Term Care and through unrestricted grants from
several pharmaceutical companies (with major contributions from
AstraZeneca [Canada], Sanofi-Aventis [France and Canada], Boehringer
Ingelheim [Germany and Canada], Servier, and GlaxoSmithKline), and
additional contributions from Novartis and King Pharma and from various
national or local organisations in participating countries. These include:
Argentina: Fundacion ECLA; Bangladesh: Independent University,
Bangladesh and Mitra and Associates; Brazil: Unilever Health Institute,
Brazil; Canada: Public Health Agency of Canada and Champlain
Cardiovascular Disease Prevention Network; Chile: Universidad de la
Frontera; China: National Center for Cardiovascular Diseases; Colombia:
Colciencias (grant number 6566-04-18062); India: Indian Council of
Medical Research; Malaysia: Ministry of Science, Technology and
Innovation of Malaysia (grant numbers 100-IRDC/BIOTEK
16/6/21[13/2007] and 07-05-IFN-BPH 010), Ministry of Higher Education of
Malaysia (grant number 600-RMI/LRGS/5/3[2/2011]), Universiti Teknologi
MARA, Universiti Kebangsaan Malaysia (UKM-Hejim-Komuniti-15-2010);
occupied Palestinian territory: the UN Relief and Works Agency for
Palestine Refugees in the Near East (UNRWA), International Development
Research Centre, Canada; Poland: Polish Ministry of Science and Higher
Education (grant number 290/W-PURE/2008/0), Wroclaw Medical
University; South Africa: The North-West University, SANPAD (SA and
Netherlands Programme for Alternative Development), National Research
Foundation, Medical Research Council of South Africa, The South Africa
Sugar Association, Faculty of Community and Health Sciences; Sweden:
grants from the Swedish State under the Agreement concerning research
and education of doctors, the Swedish Heart and Lung Foundation, the
Swedish Research Council, the Swedish Council for Health, Working Life
and Welfare, King Gustaf V’s and Queen Victoria Freemasons Foundation,
AFA Insurance, Swedish Council for Working Life and Social Research,
Swedish Research Council for Environment, Agricultural Sciences and
Spatial Planning, grant from the Swedish State under
(LäkarUtbildningsAvtalet) Agreement, grant from the Västra Götaland
Region; Turkey: Metabolic Syndrome Society, AstraZeneca, Turkey,
Sanofi Aventis, Turkey; United Arab Emirates:
Sheikh Hamdan Bin Rashid Al Maktoum Award for Medical Sciences,
Dubai Health Authority, Dubai.
Será verdad lo que se decía en algunos ámbitos de los beneficios del aceite de coco, pese a ser una grasa saturada??
ResponderEliminarAn Open-Label Pilot Study to Assess the Efficacy and Safety of Virgin Coconut Oil in Reducing Visceral Adiposity. https://www.hindawi.com/journals/isrn/2011/949686/
Un ensayo con 20 personas y sin grupo de control no vale para llegar a ese tipo de conclusiones. Y la editorial Hindawi no es de las más fiables.
EliminarAjá...Gracias!! Eso quería saber :)
EliminarAntes la gente comia mas carne y mas vegetales no comian tanta harina ni alimentos procesados las tasas eran mas bajas al igual que la obesidad el que diga que eso no ed cierto dudo que sepa de medicina o nutricion todo se resume en bajar la cantidad de carbos y que las carnes y grasas no son tan malas el que quiera discutirlo estoy abierto a la platica soy cirujano ortopedista
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