Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable

25 nov 2012

La regulación de la energía y la teoría del set-point o punto de ajuste

Como hemos visto en la serie de artículos "una caloría no es una caloría", es fácil caer en la simplificación de la gestión energética, pero para realizar su análisis con rigor y visión global es importante considerar una gran cantidad de factores en cada persona y desde la perspectiva de cada alimento. Los expertos trabajan en diferentes planteamientos y teorías que puedan explicar todos estos procesos y aunque sea muy difícil encontrar un modelo que lo haga en su totalidad, hay diversas aproximaciones interesantes y que pueden ser útiles. En este artículo vamos a hablar de una de ellas, del concepto del punto de ajuste  o set-point.

Esta teoría propone que todos tenemos un punto de referencia en el cerebro (hipotálamo) regulado principalmente mediante el tejido adiposo (que es el que segrega hormonas dirigidas a controlar  la cantidad de comida que ingerimos). Algo parecido a una especie de termostato, por decirlo de forma muy simplificada; cuanto se activa ese punto, tenemos hambre y buscamos comida. Y cuando comemos suficiente, se desactiva y nos sentimos saciados. O viceversa.


Derivadas de este planteamiento básico, se han desarrollado otras teorías mas sofisticadas. Algunos expertos proponen puntos de regulación duales. Otros se inclinan por el llamado settling-point, es decir, un punto de regulación algo más complejo, en torno al cual son varios los factores que buscan el equilibrio, creando una red de interacciones entre ellos.

Modelo de punto de regulación dual

Ninguna es perfecta y cada una tiene ventajas e inconvenientes, pero insisto en dejar claro que realmente no existe exactamente tal termostato, son modelos e ideas con las que explicar algunos complejos mecanismos del metabolismo humano y de la regulación de la energía. El artículo publicado en 2011 "Set points, settling points and some alternative models: theoretical options to understand how genes and environments combine to regulate body adiposity" o el publicado en 2010 "Is there evidence for a set point that regulates human body weight?" pueden ser una interesante lectura para profundizar al respecto.

¿Y cómo se explicaría la obesidad según estas teorías? La culpable sería nuestra forma de vida actual, y sobre todo la dieta occidental, la que podría desajustar este punto y convertirlo en un mecanismo de control ineficaz. Algunos estudios e investigaciones parecen aportar indicios de ello; por ejemplo, en el estudio "A Role for Brown Adipose Tissue in Diet-Induced Thermogenesis (1997), se ofreció a un grupo de ratas alimento equivalente a la comida rápida durante un tiempo, lo que dio como consecuencia un rápido e importante aumento de peso, ya que comían bastante más de lo que realmente necesitaban. Al volver a  alimentarlas con su alimento habitual, perdieron el peso acumulado. Repitiendo el ciclo varias veces, la secuencia de resultados se repetía: las ratas engordaban y posteriormente recuperaban su peso inicial al volver a su comida normal.

En el estudio de 1994 "Recovery of initial body weight and composition after long-term massive overfeeding in men" se sometió membros de una comunidad Massa (Camerún) durante unos seis meses a una dieta de sobrealimentación masiva que les hizo aumentar de peso una media de casi veinte kilos. Posteriormente, cuando se les dejó volver a su dieta habitual, en dos años y medio y sin ningún tipo de presión social por adelgazar, perdieron todos los kilos que habían engordado.

Entre los paciente sometidos a cirugía bariátrica (en concreto baypass gástrico) también parecen hallarse evidencias en torno a esta teoría. En el estudio de 2006 "Gut Hormone Profiles Following Bariatric Surgery Favor an Anorectic State, Facilitate Weight Loss, and Improve Metabolic Parameters" se explica cómo con el baypass gástrico se obtienen  mejores resultados que con otros tipos de cirugía bariátrica y por encima de lo que sería esperable por su efecto de disminución de la absorción de alimentos. Por ello, se deduce que existe algún tipo de mecanismo que mejora o arregla la capacidad de autorregulación. En el propio estudio se sugieren los mecanismos que provocan este cambio, ya que se observó que tras esta cirugía se modifica de forma significativa la segregación de varias hormonas (Ghrelina, GLP-1, Péptido YY, etc) de forma mucho más evidente que con otras técnicas. En el artículo de 2012 "Set-point theory and obesity" se puede conocer con algo más de detalle la relación entre este tipo de cirugía y los modelos de set-point.

Otro interesante artículo de 2011, "Physical inactivity as the culprit of metabolic inflexibility: evidence from bed-rest studies", nos acerca a otra de las claves para este desajuste, el sedentarismo. En el mismo se recopilan los estudios que analizan los efectos de la inactividad física extrema en el metabolismo de personas obligadas a pasar largos periodos de tiempo sin moverse nada: Aumento de la resistencia a la insulina, reducción de la oxidación de grasa, reducción del tráfico de lípidos entre músculo y tejido adiposo, inducción del almacenamiento de grasa ectópica... Por todo ello, sus autores concluyen que el ejercicio físico aporta una mayor "flexibilidad" al metabolismo para adaptarse sin efectos negativos a las diferentes circunstancias energéticas y nutricionales. Que es otra forma de decir que es capaz de regularse adecuadamente.

¿Y cómo puede ayudarnos este concepto a reducir el sobrepeso? Como cualquier otro modelo, puede servir para entender mejor el funcionamiento (correcto o incorrecto) de algo e identificar con más facilidad los posibles mecanismos para su control. Es decir, desde el punto de vista de la dieta y de la terapia, un objetivo a perseguir podría ser la normalización del funcionamiento del set-point y lograr que sea capaz de regular con eficacia la ingesta de alimentos.

Considerando la serie de artículos anteriores en los que hemos hablado de la saciedad, la termogénesis y las hormonas,  parece bastante probable que para conseguirlo se deberían evitar los alimentos altamente procesados y de alta palatabilidad y densidad energética, carbohidratos refinados, azúcar y dulces, y por el contrario no deberían faltar las cantidades necesarias de fibra, vegetales, proteínas y grasas saludables. El sedentarismo también conviene evitarlo, así que el ejercicio regular ayudará a conseguir esta normalización.

Si lo conseguimos, no deberemos preocuparnos por las calorías ni las cantidades, porque nuestro set-point lo controlará por nosotros. Como debería haberlo hecho siempre.

1 comentario:

  1. Pero que articulo mas interesante. Soy personal sanitario y estoy encantada de que se pueda publicar este tipo de artículo totalmente gratuito.

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