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28 oct 2013

Lácteos, obesidad y riesgo cardiovascular: Lo que dicen los estudios de intervención

Los estudios y las opiniones sobre los lácteos no dejan de traernos noticias. Como hemos visto en varios artículos, el consumo de este grupo de alimentos suele estar asociado a mejores indicadores de salud, pero lo cierto es que la mayor parte de los estudios que lo concluyen suelen ser observacionales. Por lo tanto, aunque hay muchos y bastante importantes, es cierto que no es muy riguroso hacer deducciones demasiado concluyentes en función de sus resultados.

Para ayudarnos a tomar decisiones con información más fiable, se acaba de publicar el meta-análisis "Effects of High and Low Fat Dairy Food on Cardio-Metabolic Risk Factors: A Meta-Analysis of Randomized Studies", en el que - esta vez sí - los expertos se han centrado en el análisis de los resultados de 20 estudios de intervención (con un aumento medio del consumo de 3,5 raciones diarias), realizados sobre lácteos enteros y desnatados durante un tiempo medio de 26 semanas. En concreto se han recopilado datos respecto a varios indicadores cardiovasculares: Peso, contorno de cintura, colesterol LDL y HDL, sensibilidad a la insulina, niveles de glucosa, proteína C-reactiva (un indicador de inflamación) y presión arterial.

Como el trabajo (de libre acceso) incluye gráficos con los datos y resultados concretos para ambos tipos de lácteos, les incluyo a continuación los mismos:

Peso:

Contorno de cintura:


Resistencia a la insulina (solo lácteos enteros):


Glucosa:


Colesterol LDL:


Colesterol HDL:


Proteína C-reactiva:


Presión arterial sistólica:


Presión arterial diastólica:


Es bastante evidente que los estudios para cada indicador no son muchos y que la heterogeneidad es bastante elevada en algunos casos, así que es conveniente que los expertos sigan investigando. Y, en general, lo cierto es que se observan más bien pocos cambios entre los indicadores, por lo que el efecto de los lácteos es muy poco significativo.

De cualquier forma, analizando estos gráficos de forma detallada, podrían hacerse las siguientes lecturas:

1. Los resultados favorables entre los que toman más lácteos identificados en otros estudios observacionales no aparecen en el caso de estos estudios de intervención de corto-medio plazo.

2. El tomar lácteos desnatados no aporta ninguna mejora en los indicadores cardiovasculares.

3. El tomar lácteos enteros no supone ningún aumento del riesgo, aunque tampoco ninguna mejora significativa.

4. En lo que respecta al peso - que es el tema central de este blog - se detecta un pequeño aumento en ambos grupos, que aunque de reducido valor, sorprende que sea el doble para los que toman lácteos desnatados. Además, es destacable que para los que los toman enteros, el contorno de cintura se reduce (algo que no ocurre con los desnatados), por lo que ese ligero aumento de peso pierde relevancia.

Es un estudio interesante y seguro que le ayuda a tomar mejor sus decisiones respecto al papel que desea asignar a los lácteos en su dieta.

Actualización:

Un nuevo metaanálisis de ensayos, "Effects of Dairy Products Consumption on Body Weight and Body Composition Among Adults: An Updated Meta-Analysis of 37 Randomized Control Trials" (2017), concluye que los lácteos en una dieta con restricción calórica se asocian a menor peso y en una dieta sin restricción calórica a aumento de peso y masa magra pero no de grasa corporal ni contorno de cintura.

5 comentarios:

  1. Precisamente es la impresión que me da de estos estudios... que no hay nada claro. Los márgenes de error son bastante grandes, aunque todo sea dicho utilizan un error para un intervalo de confianza del 95%, si no he leído mal, con lo que quedan márgenes siempre mayores.

    Quizá sería interesante hacer un análisis por edades, etnias, sexo... Pero claro, imagino que no habrá datos suficientes como para hacer un estudio así.

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  2. Hola,

    Hombre, vaya por delante que me encanta tu blog y me gustan los lácteos. Pero, como crítica constructiva, creo que quizá estés mirando los resultados con ojos sesgados.

    Para mi desgracia (ya digo que me gustan los lácteos) los gráficos indican que los efectos son, en algunos casos, neutros y, en otros casos, ligeramente negativos. Ésta es la cruda realidad, la verdad incómoda.

    Gracias de nuevo por tu blog.

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    1. Sin duda estaré sesgado, como todos, pero en el caso de los enteros te olvidas resaltar que en algunos casos los resultados son ligeramente positivos.

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  3. Alguien tiene mas información sobre este tema? Me gustaria saber si sustituyendo la leche desnatada enriquecida en mil cosas por la leche entera voy a engordar mas o me va a suponer subida del LDL. Soy atleta y me gustaria saber si alguien tiene mas infornacion sobre este tema....Ya que por lo que he leido hasta al momento para llevar una dieta "sana" recomiendan tomar leche desnadata....Muchas gracias!

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  4. Pues no se si los lacteos enteros engordan más o menos que los desnatados, pero al menos sí se que a mí me elevan el colesterol, he hecho la prueba.

    Desde hace unos años los tomo desnatados, y este post (y otros) me dieron la idea para el experimento.

    Mi "trial" particular fue de 30 días, usando sólo leche y queso curado. Mantuve constantes los porcentajes de grasas, H/C, y proteinas, entre el antes y el después, es decir que las grasas añadidas de estos 2 productos (más del 50% saturadas) las resté de otros (casi 100% mono y poli-insaturasa).

    Las analíticas antes-después indicaron un aumento del 15% de mi LDL, y del 12% en HDL, (bastante más que mi variabilidad usual del 6% y 5%, respectivamente).

    Estoy pensando en repetir la prueba, quizás esta vez sólo con leche, a ver que pasa.

    P.S. Por cierto, efecto sobre la glucemia basal inapreciable, y en cuanto al peso, el tiempo fue demasiado poco para notar nada pero no registré variación del apetito.

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