- Effects of vitamin D supplementation on musculoskeletal health: a systematic review, meta-analysis, and trial sequential analysis (2018)
- Association of Multivitamin and Mineral Supplementation and Risk of Cardiovascular Disease: A Systematic Review and Meta-Analysis (2018)
- Supplemental Vitamins and Minerals for CVD Prevention and Treatment (2018)
- Associations of Omega-3 Fatty Acid Supplement Use With Cardiovascular Disease Risks, Meta-analysis of 10 Trials Involving 77 917 Individuals (2018)
- Cancer and vitamin D supplementation: a systematic review and meta-analysis (2018)
De hecho algunas de estas investigaciones indican que incluso podrían ser contraproducentes y que además la falta de control sobre este tipo de productos llega a ser preocupante (1, 2), ya que pueden incluir sustancias no declaradas y hasta peligrosas. A pesar de todo, hay algunos suplementos que siguen teniendo bastante buena prensa y, también hay que decirlo, han generado a algunas empresas un volumen de negocio muy destacable. A pesar de que las evidencias a su favor tampoco terminen de confirmarse
Ayer mismo se publicaron en la revista New England Journal of Medicine dos artículos basados en los resultados de un gran ensayo centrado en dos de estos populares suplementos, que aportan nutrientes cuya relevancia para la salud nadie duda: los de vitamina D y ácidos grasos omega-3. Me refiero a una intervención denominada VITAL, cuyos resultados eran muy esperados ya que está considerada especialmente importante por su diseño y características: promovida con financiación publica, con muestra de gran tamaño (más de 25.000 personas), plazos considerables (más de cinco años) y concentración de vitamina D mayor de lo que suele ser habitual (2000 UI).
En esta investigación a los participantes se les dividió en cuatro grupos, combinando los suplementos de vitamina D, omega-3 y placebo, de la siguiente forma:
Pues bien, la primera publicación con los resultados obtenidos es sobre los efectos de la vitamina D para la prevención del cáncer y la enfermedad cardiovascular. Se titula "Vitamin D Supplements and Prevention of Cancer and Cardiovascular Disease" (2018) y los autores concluyeron lo siguiente:
"En este gran ensayo de prevención primaria, la suplementación con vitamina D3 (una dosis de 2000 UI por día) no produjo una reducción de la incidencia de cáncer invasivo de ningún tipo ni una reducción de la combinación de eventos cardiovasculares mayores (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte por causas cardiovasculares) que el placebo. La intervención tampoco condujo a una menor incidencia de muertes totales por cáncer o una menor incidencia de cáncer de mama, próstata o colorrectal respecto al placebo.(...)
El uso de vitamina D no dio lugar a una diferencia significativa en ninguno de los indicadores cardiovasculares secundarios o en la tasa de muerte por cualquier causa en el conjunto o en los subgrupos."
Vamos, que nada interesantes. En los siguientes gráficos pueden apreciar los resultados visualmente:
La segunda publicación está centrada en los efectos de los ácidos grasos omega-3. Se titula "Marine n−3 Fatty Acids and Prevention of Cardiovascular Disease and Cancer" (2018) y las conclusiones de los autores fueron las siguientes:
" (...) la suplementación con ácidos grasos n-3 a una dosis de 1 g por día no dio lugar a una incidencia significativamente menor de los indicadores primarios de eventos cardiovasculares mayores (combinación de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte por causas cardiovasculares) o cáncer invasivo respecto al placebo. El análisis individual de los indicadores cardiovasculares sugiere que el riesgo de infarto de miocardio fue menor en el grupo omega-3 y que no hubo diferencias significativas en la incidencia de muerte por causas cardiovasculares o por accidente cerebrovascular. El análisis exploratorio que excluyó los primeros 2 años de seguimiento sugirió una mayor incidencia de cáncer (no significativa) en el grupo omega-3, pero no una mayor incidencia de muerte por cáncer. (...)
En este caso tampoco parece haber mucho que rascar. Los gráficos son los siguientes:
En resumen, una vez más los resultados no invitan a gastarse dinero en tomar suplementos.
En los estudios se puntualiza que en algunos subgrupos hay resultados positivos, lo cual puede aportar interesantes pistas para nuevas líneas de investigación más específicas, pero por ahora poco más.
Como siempre, si el tema les interesa les recomiendo leer los estudios completos, ya que están disponibles de forma gratuita en los enlaces anteriores.
Muy interesante,como siempre!
ResponderEliminarPodría ser que los efectos protectores se vean a más largo plazo? O a lo mejor habría que acotar los grupos de población (mujeres postmenopausicas, sujetos que ya han sufrido ACV, etc).
Es un estudio brutal, pero lo veo muy general, no?
Un saludo y gracias por enseñarnos tanto!
En efecto,puede haber factores que influyan, pero los resultados no son nada positivos. Supongo que posteriores publicaciones harán análisis más detallados y segmentados.
Eliminar