Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable

28 ago 2017

Índice glucémico, peso y salud, últimos metaanálisis y revisiones sistemáticas


Los habituales del blog recordarán que cada cierto tiempo suelo hacer recopilaciones de estudios sobre el índice glucémico y los carbohidratos refinados. La última lo publiqué hace ya unos tres años y como desde entonces se ha acumulado una buena cantidad de investigaciones, he decidido escribir un nuevo post sobre el tema.

Pero en esta ocasión voy a centrarme en lo más relevante, las últimas revisiones sistemáticas y metaanálisis sobre el posible efecto del índice glucémico (IG) o de la carga glucémica (CG) en la salud. A continuación podrán encontrar un listado de las mismas, incluyendo el título y enlace al estudio, así como un "superresumen" de cada una de ellas con las conclusiones principales.



He agrupado primero las que pueden considerarse "positivas"y encuentran algún tipo de efecto beneficioso a reducir el índice glucémico (poniendo en primer lugar las basadas en ensayos de intervención, ya que son las más importantes) y después pueden encontrar las "negativas", en las que no se han encontrado beneficios claros a comer alimentos de menor índice glucémico (IG) o carga glucémica (CG).


POSITIVAS

Glycemic index, glycemic load, and blood pressure: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials (2016). Metaanálisis de ensayos de intervención sobre presión arterial. Se identificó una reducción de la presión arterial al seguir una dieta de menor IG.

Effects of low glycaemic index/low glycaemic load vs. high glycaemic index/ high glycaemic load diets on overweight/obesity and associated risk factors in children and adolescents: a systematic review and meta-analysis (2015): Metaanálisis de ensayos de intervención en niños y adolescentes en obesidad e indicadores asociados. Una dieta de bajo IG logró mejores valores en triglicéridos y sensibilidad a la insulina, pero sin diferencias en el resto.

Effects of Low Glycemic Index Diets on Gestational Diabetes Mellitus: A Meta-Analysis of Randomized Controlled Clinical Trials (2016). Metaanálisis de ensayos de intervención en mujeres con diabetes gestacional sobre riesgos en bebé. La dieta de menor IG se asoció a menores valores de macrosomía.

High glycemic index and glycemic load are associated with moderately increased cancer risk (2015). Metaanálisis de estudios observacionales sobre relación con cáncer. El IG y la CG se asociaron moderadamente a algunos tipos de cáncer.

Relation of dietary glycemic load with ischemic and hemorrhagic stroke: a cohort study in Greece and a meta-analysis (2015). Metaanálisis de estudios observacionales sobre relación con accidente cerebrovascular. La CG se asoció con valores modestos al accidente isquémico, pero no al hemorrágico.

Effects comparison between low glycemic index diets and high glycemic index diets on HbA1c and fructosamine for patients with diabetes: A systematic review and meta-analysis  (2015) Metaanálisis de estudios observacionales de personas con diabetes y hemoglobina glicosilada (HbA1c). Una dieta de bajo IG logró mejores valores de HbA1c.

Relation between Breast Cancer and High Glycemic Index or Glycemic Load: A Meta-analysis of Prospective Cohort Studies (2016). Metaanálisis de estudios observacionales y relación con cáncer de pecho. Una reducción de IG o CG se asoció con una menor incidencia de cáncer de pecho.


NEGATIVAS

Effects of Popular Diets without Specific Calorie Targets on Weight Loss Outcomes: Systematic Review of Findings from Clinical Trials (2017). Metaanálisis de dietas populares basado en ensayos de intervención. Se encontraron "evidencias limitadas" de efectividad para la pérdida de peso en dieta de bajo índice glucémico.

Effects of low-glycemic-index diets in pregnancy on maternal and newborn outcomes in pregnant women: a meta-analysis of randomized controlled trials (2016) . Metaanálisis de ensayos de intervención en mujeres embarazadas en indicadores de la madre y el niño. La única diferencia relevante fue la reducción de los niveles de glucosa de las mujeres.

Association between dietary carbohydrate intake, glycemic index and glycemic load, and risk of gastric cancer (2016). Metaanálisis de estudios observacionales. No se encontró relación clara entre el IG o la CG y el cáncer gástrico.

Dietary fiber, whole grains, carbohydrate, glycemic index, and glycemic load in relation to risk of prostate cancer (2015). Metaanálisis de estudios observacionales. No se encontró relación entre el IG o la CG y el cáncer de próstata

Carbohydrate Intake, Glycemic Index, Glycemic Load, and Stroke: A Meta-analysis of Prospective Cohort Studies (2015): Metaanálisis de estudios observacionales. El IG no se asoció al accidente cerebrovascular, pero la carga glucémica (CG) si, aunque con valores pequeños.

Y me dejo para el final - con un extra de dedicación - la más reciente, de hace tan solo unas semanas, que ha sido realizada por la iniciativa Cochrane. Creo que es una "guinda" especialmente interesante.

Como ya sabrán, Cochrane es una entidad independiente especializada en revisiones del ámbito de la salud y considerada especialmente rigurosa. Pues bien, su última revisión sobre el tema (que realmente es la actualización de una anterior) se titula "Low glycaemic index diets for the prevention of cardiovascular disease" (2017) y los autores han recopilado y seleccionado los ensayos de intervención que han estudiado el impacto de una dieta con bajo índice glucémico respecto a una dieta considerada saludable pero de mayor IG. Analizando su efecto en la mortalidad y enfermedades cardiovasculares, así como en indicadores intermedios como colesterol (total, LDL y HDL), triglicéridos, tensión arterial y peso corporal.

Estas han sido sus conclusiones:

"Se han incluido 21 ensayos aleatorios (ECA), con un total de 2538 participantes asignados al azar a intervenciones de bajo índice glucemico (IG) (1288) o alto IG (1250). Todos ellos informaron del efecto de las dietas de bajo IG sobre los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidos los lípidos en sangre y la presión arterial.

20 ensayos fueron sobre prevención primaria en personas con riesgo elevado de enfermedad cardiovascular (ECV) y un ensayo fue sobre prevención secundaria, con personas con diagnóstico previo de ECV. La mayoría de los estudios no tuvieron una duración de más de seis meses. La diferencia en el IG entre los grupos de comparación varió ampliamente de 0,6 a 42.

Ninguno de los estudios incluidos informó del efecto sobre la mortalidad cardiovascular ni eventos cardiovasculares (...). La indefinición del riesgo de sesgo de la mayoría de los estudios incluidos dificulta la interpretación general de los datos. (...)

Actualmente no hay evidencia disponible sobre el efecto de las dietas de bajo IG en los eventos de enfermedad cardiovascular. No hay evidencia convincente de que las dietas de bajo IG tengan un claro efecto beneficioso sobre los lípidos sanguíneos o la presión arterial."

Y este es el gráfico con los resultados relacionados con el peso corporal:



Resumen:

Si tuviera que hacer un resumen rápido de todas estas revisiones y de toda la información que también he ido recopilando anteriormente, yo diría que aunque una dieta de bajo IG puede tener utilidad, la validez del índice glucémico en la planificación dietética y como elemento diferenciador sigue sin confirmarse. Actualmente sigue sin haber ensayos de intervención que analicen  y comparen de forma aislada sus posibles efectos en enfermedades y mortalidad, que sería lo realmente interesante. En lo que respecta a indicadores intermedios, los resultados son escasos, de pequeña magnitud y cuando el análisis es riguroso y exigente (como el de Cochrane), los beneficios añadidos respecto a otras dietas no acaban de destacar.

Además de ser un factor con elevada variabilidad y poco preciso, sigue habiendo problemas para normalizar el IG en los estudios. Como se explica en la propia revisión de Cochrane, las diferencias en los ensayos entre el IG de la dieta de intervención y el de la dieta de control son muy variables, con valores que oscilan entre 0,6 y 42 unidades. De cualquier forma,  los resultados de los ensayos que mayores diferencias de IG presentan tampoco son mucho mejores, los beneficios añadidos siguen siendo nulos o mínimos.

Es posible que la respuesta glucémica de los alimentos, por sí misma y sin más matices, tenga una relevancia pequeña en lo que respecta a la salud para la población en general si sigue una dieta considerada saludable mediante otros parámetros. Quizás no es la respuesta glucémica la que provoca cambios en la salud y solo es un indicador con una relación indirecta: los alimentos que suelen ser más saludables también suelen tener menor IG. Por ejemplo, podemos sustituir un trozo de pan por unas cuantas galletas sencillas o por un trozo de sandía y en ambos casos estamos reduciendo el valor del IG de esa ingesta de forma parecida, en 15 o 20 unidades. Pero es probable que el efecto sobre la salud de una u otra opción sea bien diferente.

O tal vez el IG únicamente pueda ser una herramienta especialmente útil para ciertos colectivos, como se observó en el reciente estudio "Pretreatment fasting plasma glucose and insulin modify dietary weight loss success: results from 3 randomized clinical trials" (2017), en el que una dieta de bajo IG fue más efectiva en personas con elevados niveles de glucosa. También en el ensayo "Effects of Dietary Composition on Energy Expenditure During Weight-Loss Maintenance" (2012) se observó que el cambio de una dieta baja en grasas a una dieta de bajo índice glucémico aumentaba el gasto energético de dos tercios de las personas (líneas verdes), lo cual podía favorecer el adelgazamiento, pero también lo reducía a un tercio de ellas (líneas rojas), algo probablemente contraproducente:



De cualquier forma, parece que el índice glucémico va a dar bastante que hablar durante los próximos años, ya que las cosas están mucho menos claras de los que algunos augurábamos.

Para completar esta información, pueden leer una defensa del índice glucémico de los expertos de Harvard en el artículo "The glycemic index: Reports of its demise have been exaggerated" (2015). O, en el extremo más crítico, pueden recordar algunos resultados que avivan la controversia del conjunto "IG-insulina-salud" en este post anterior.

7 comentarios:

  1. Un trabajo excepcional, como siempre. Muchas gracias

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  2. Estimado Luis, soy doctor en ciencias químicas y aunque me dedico a la investigación en el área energética, sigo con verdadera atención tu blog, pues me interesa el tema de la alimentación. Decirte que haces un estupendo y serio trabajo, y por tanto, felicitarte y agradecerte por ello. Un cordial saludo.

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  3. Hola, soy enfermera de atención primaria ,responsable de Consejo Dietético y del Plan Integral de Ogesidad Infantil principalmente trabajo en modificación de estilos de vida.
    Tus revisiones y conclusiones me dan herramientas de trabajo para argumentar y motivar. Gracias por tu rigor científico.

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    1. Es un honor poder ser útil, gracias a vosotros por vuestro trabajo "en el campo de batalla".

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  4. Yo te sigo puntualmente, es impresionante tu trabajo, facilita el poder entender todo la maraña de información que existe y poder aplicar con un poco de "lógica" una alimentación adecuada.
    Espero que la venta de los libros te vaya bien, porque el trabajo crítico que haces es impagable (yo los tengo todos) 😉

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    1. Muchas gracias,Yolanda, es un placer poder ser útil.

      Y, con tu permiso, aprovecho para pedirte un favorcito. Si te apetece y te parece oportuno, te animo a publicar un comentario en Amazon sobre alguno de los libros, especialmente entre los que menos comentarios tengan. A los autores nos ayuda mucho.
      Un saludo y gracias de nuevo.

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