Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable

5 sept 2018

¿Qué alimentos son más caros, los frescos o los procesados?

Comparar el precio de los alimentos no es tarea fácil pero, afortunadamente, para algunas clasificaciones de alimentos (por ejemplo, las basadas en suaportación calórica o su aportación de nutrientes) hay investigaciones interesantes que nos permiten conocer su coste de forma estandarizada, para así después poder hacer dichas comparaciones correctamente.

A modo de ejemplo, es lo que se hizo en los siguientes estudios:
En los tres se concluyó que la comida que los investigadores consideraban como más saludable también resultaba ser más cara.

Estos y otros resultados similares confirman la idea de que el precio de los alimentos puede ser una de las razones por las que habitualmente la prevalencia de la obesidad es mayor entre los niveles sociales más desfavorecidos.

Sin embargo, la clasificación de los alimentos de acuerdo a su nivel de procesamiento es bastante novedosa (la más conocida es la denominada NOVA, la cual expliqué con detalle en este post y en el libro "La Guerra contra el Sobrepeso") y por ello todavía disponemos de pocos datos para llegar a estadísticas similares que nos ayuden a tener información objetiva. Según mi conocimiento, hasta hace poco no se había hecho un análisis amplio y sistemático de la relación entre el coste y los alimentos desde esta perspectiva, así que el trabajo "Trends in Prices of Fresh vs. Ultra-Processed foods: Analyses of Seattle-King County Prices from 2004-16" (2017), desarrollado como proyecto de investigación para la tesis de su autor Terry Hawk, puede ser un buen punto de partida, mientras esperamos a que se publiquen futuros estudios en revistas científicas y con revisión por pares.

El estudio esta realizado utilizando datos de EEUU (Washington) y analiza la evolución del precio de casi 400 alimentos durante un periodo de 13 años, clasificados en los cuatro niveles habituales en función de su grado de procesamiento.

El documento incluye unos gráficos del coste por peso (100 g) y por energía (100 kcal) que muestran visualmente y con claridad cuál es la situación, así que aquí los tienen:



También se incluyen gráficos con la evolución del coste de los cuatro grupos de alimentos, durante todo el periodo estudiado:


Y esta es una traducción de las conclusiones del autor:

"Los alimentos clasificados como "frescos" son los más caros. Los de mayor densidad energética y más procesados, son menos costosos que los alimentos con menor densidad de energía y menos procesados ​​(...)

(...)  los datos invitan a plantearse cómo abordar el aumento del coste de las dietas saludables. Estos datos pueden utilizarse en la educación tanto de profesionales como del público en general y así ayudar a comprender la influencia del coste en sus patrones dietéticos. (...)

Los resultados de este estudio, así como los estudios previos, concluyen que las dietas más saludables cuestan más que dietas menos saludables.(...)"

No sé si estos datos diferirán mucho de los que podríamos deducir en España, pero me temo que no.

Así que de momento se confirman las conclusiones de estudios previos y seguimos teniendo un mensaje claro, tanto para ciudadanos como para políticos: para comer bien hay que "aflojar la cartera".

Mal punto de partida si se desea combatir el sobrepeso.

4 comentarios:

  1. Lo que falta en la ecuación es el coste sanitario asociado.
    ¿Cuántas caries, diabetes, cánceres, ataques al corazón, etc. se evitan cambiando el bollycao por una manzana?

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    1. Sin duda, supongo que en breve también alguien hará ese cálculo.

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  2. El precio es un factor. El tiempo para prepararlos, otro. Y al ser los alimentos frescos perecederos, si no se tiene cuidado terminan en la basura.

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