Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable

21 feb 2019

¿Cuál es la eficacia de los dietistas a la hora de perder peso?



En el contexto actual de sobreinformación y "malainformación" sobre alimentación, el apoyo profesional parece especialmente importante. Yo mismo en numerosas ocasiones he recomendado buscar la ayuda de expertos en nutrición (en España dietistas-nutricionistas y técnicos superiores en dietética) a la hora de abordar intervenciones dietéticas,  sea cual sea el objetivo buscado. Y si finalmente nos inclinamos por hacerlo, quizás nos surja una pregunta: ¿Se ha estudiado hasta qué punto es eficaz y diferenciador en apoyo de un sanitario especializado en nutrición en un proceso de pérdida de peso? ¿Hay estudios que hayan investigado este tema?

Para intentar responder a estas preguntas hace unos pocos días se publicó la primera revisión sistemática sobre el tema, titulada "How Effective Are Dietitians in Weight Management? A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials" (2019). Sus autores seleccionaron ensayos realizados en servicios de atención primaria, comparando la efectividad para la pérdida de peso de las recomendaciones de un profesional sanitario de nutrición - normalmente en forma de varias sesiones de consulta - frente a lo habitual, que suele ser muy poco: algunas recomendaciones escritas (la típica fotocopia de dieta) o una breve conversación con el médico. Finalmente los investigadores se quedaron con 14 de los ensayos, realizados en diversos países y con características bastante diversas, con una duración que oscilaba entre uno y doce meses.

Tras recopilar y analizar todos los resultados, los expertos australianos resumieron los resultados globales obtenidos de la siguiente forma:

"Seis estudios reportaron un efecto positivo respecto al peso y/o el IMC para la intervención con dietista . Para cuatro del resto de los ocho estudios no hubo diferencias entre los grupos, es decir, la intervención del dietista fue igual de efectiva que la atención habitual. Los cuatro estudios restantes no detectaron cambios significativos en el peso o el IMC (...) ".

Con los estudios que aportaban los datos suficientes también realizaron un metaanálisis, con objeto de cuantificar las diferencias. E incluyeron los dos gráficos que les adjunto a continuación, con los resultados principales enmarcados en rojo. Las diferencias en kilogramos de peso aparecen en primer lugar y las diferencias en el IMC después (los resultados en el lado izquierdo representan mayor pérdida de peso para la opción que ofrecía apoyo por parte del dietista):



Es decir, el apoyo del dietista dio lugar a un kilo más de pérdida de peso y a una reducción extra de 0,43 del IMC.

Los autores añadieron estas conclusiones:

" La combinación de los datos en los metanálisis mostró que la intervención del dietista logró una pérdida adicional de peso e IMC en comparación con la atención habitual o la información escrita. (...). Si bien es estadísticamente significativo, el cambio medio en el peso y el IMC debido a la intervención del dietista fue relativamente pequeño y de importancia clínica limitada, de poco más de un kilogramo de peso y 0,43 kg/m2 en el IMC. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este valor se suma al cambio producidos en la atención habitual, por lo que con la intervención del dietista se logra una media total de 2 kg de pérdida de peso."

Revisando las características generales de los ensayos se podría puntualizar que algunas intervenciones eran cortas y solo incluían unas pocas sesiones con el dietista. Pero también es cierto que otras eran de un año y tenían más consultas. Por otro lado, la mayoría de las intervenciones se basaban en las dietas típicas bajas en calorías, con la clásica proporción de macronutrientes 55/30/15 en carbohidratos, grasas y proteínas, un enfoque que posiblemente a día de hoy esté bastante desfasado.

Aunque he dicho que era la primera revisión sistemática sobre el tema, lo cierto es que ha habido alguna más. Son revisiones sobre intervenciones centradas en colectivos y patologías concretas y por lo tanto menos generalizables, pero como también analizaron la pérdida de peso, nos pueden aportar información adicional para poder sacar conclusiones.

Veamos cuáles son.

Hace un par de años se publicó en The American Journal of Clinical Nutrition el trabajo "A systematic review and meta-analysis of nutrition therapy compared with dietary advice in patients with type 2 diabetes" (2017), con el objetivo de estudiar los resultados de la terapia nutricional en personas con diabetes tipo 2. En este caso se comparó el apoyo de un dietista durante cierto periodo de tiempo (realizando evaluación, educación y asesoramiento nutricional y seguimiento) frente al grupo de control, en el que solo hubo una única sesión de apoyo o simplemente se dieron las recomendaciones generales habituales por parte de otros profesionales sanitarios. Los autores seleccionaron cinco ensayos de 6 o 12 meses de duración que involucraron a casi un millar de pacientes con diabetes tipo 2 y analizaron los resultados de todos ellos.

Estos fueron los resultados globales comparativos para todos los indicadores estudiados:




Y este el gráfico con el metaanálisis realizado sobre las diferencias específicas en la pérdida de peso:



Como se puede observar, la terapia con el dietista consiguió una pérdida de peso de algo más de dos kilos respecto a la terapia habitual.

Las conclusiones que redactaron de los autores fueron las siguientes:

"En el primer año de intervención (a los 6 o 12 meses), la terapia nutricional comparada con el asesoramiento dietético habitual mostró una reducción del 0.45% en el valor medio del HbA1c (hemoglobina glicosilada) una reducción de 0.55  en el IMC, una reducción de 2.1 kg más de peso y una reducción añadida de colesterol LDL de 0.17 mmol  (...).

Conclusiones: la terapia individual personalizada que proporciona un dietista en comparación con los consejos dietéticos proporcionados por otros profesionales de la salud conduce a un mayor efecto sobre la HbA1c, el peso y el colesterol LDL (...) en personas con diabetes tipo 2."

Para terminar, el mismo año se publicó otra revisión sistemática, "The Effectiveness and Cost of Lifestyle Interventions Including Nutrition Education for Diabetes Prevention: A Systematic Review and Meta-Analysis" (2017),  en la que se analizó la efectividad de diversos enfoques para la prevención de la diabetes. En este trabajo se analizaron una cantidad significativa de estudios - casi 70 y más de 40 de ellos ensayos de intervención - incluyendo diversos aspectos y variables. También se investigaron las diferencias entre el apoyo realizado por parte de dietistas respecto al de otros profesionales sanitarios.

Estos fueron los valores medios de pérdida de peso logrados en cada periodo de tiempo por dietistas y por no dietistas:



Diferencias pequeñas, que no superan el kilogramo de peso.

Y estas las conclusiones de los autores respecto a la pérdida de peso conseguida:

"(...) Dentro de los 12 meses de duración, la fase de intervención y la fase general no mostraron diferencias estadísticamente significativas en el tamaño del efecto entre el apoyo del dietista y los sanitarios no dietistas. (...) Las reducciones medias en el peso realizadas por dietistas fueron mayores que en los programas sin dietistas, excepto a los 12 meses"

Bien, estos son los datos disponibles hasta el momento. Tres revisiones, tres resultados: 1 kilo menos, dos kilos menos (en personas con diabetes tipo 2) y sin diferencias significativas.

Independientemente de las conclusiones que se puedan sacar al respecto, que quede claro que pienso que los beneficios de una alimentación saludable recomendada por un dietista van más allá que la posible pérdida de peso. Pero  dado que es la temática central de este blog (y, seamos sinceros, la preocupación principal relacionada con la alimentación hoy en día para muchas personas), me he centrado en comentar la eficacia solo en este aspecto.

Por otro lado, como explico en La Guerra contra el Sobrepeso, también creo que combatir el complejo problema de la obesidad va más allá de la capacidad de un solo profesional sanitario.

Pero eso es tema para otro post...

2 comentarios:

  1. Entonces ya no solo las dietas no tienen sentido sino que ir al dietista.
    Por eso se ve en las estadisticas como en 1960 menos del 15% de personas mayores de 20 años tenian obesidad en estados unidos y en 2016 casi el 40%.
    Que porcentaje de las personas obesas que bajan mas del 10% de su peso maximo vuelven a tener ese peso maximo en un periodo de 5 años?

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    1. Buenos días. Llevo muchos años ayudando, como médico de familia, a perder peso. Centenares de personas han pasado por nuestra Unidad, y muchas de ellas estuvieron antes con dietistas-nutricionistas. Sin haber recogido por escrito, y de forma organizada esta información, mi memoria me dice que estos datos que Luis aporta se corresponden bastante con la realidad, de media.
      Y no quiero dejar de hacer una puntualización que considero importante sobre el trabajo de los nutricionistas. Simplificando los hay de dos tipos: los que se han "vendido" a empresas de suplementos nutricionales y no dejan de recomendar productos saciantes, multivitamínicos, etc. a las personas que les piden ayuda para perder peso, y los "éticos y honestos", los verdaderamente profesionales, que sólo usan la comida, los distintos alimentos, para bien nutrir a sus pacientes. Los que acuden a estos últimos, aunque no pierdan todo el peso que necesitan perder, al menos (¡y nada menos!) aprenden a comer.

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