Esta es la figura principal con los mensajes clave:
Pero hay varias cuestiones en este folleto que me generan dudas y preguntas.
La primera, falta información básica para ponerlo en práctica. Por ejemplo, las recomendaciones de consumo se dan en raciones y en ningún lugar se especifica a qué cantidad corresponde con una ración (suelen ser unos 125 gramos para adultos y 75 para niños). Tampoco se mencionan posibles diferencias (o no) entre pescado fresco y en conserva.
La segunda, ¿para qué se separa el pescado en tres grupos, según su contenido en mercurio (alto, medio, bajo), si después en las recomendaciones solo utilizan dos niveles, el alto y el bajo-medio mezclados? Además, ¿realmente se pueden mezclar el bajo y el medio? ¿Pueden ingerir sin ningún riesgo 3-4 raciones semanales de pescado clasificado como de "contenido medio en mercurio" (como por ejemplo el atún claro, muy consumido en España) todos los grupos, incluso los niños pequeños?
Y en tercer lugar, no he conseguido encontrar en qué se basan estas recomendaciones. En la web de Aesan se ofrecen algunos contenidos sobre el tema, en los que se explican aspectos básicos de la contaminación por metilmercurio en el pescado y se incluyen algunos enlaces a documentos complementarios de la EFSA, pero no indican de dónde han salido las recomendaciones recién publicadas. ¿En qué datos concretos se basan? ¿Qué criterio se ha seguido para su establecimiento?
Durante mi búsqueda de información complementaria he probado a descargar uno de los documentos de referencia que se cita en la web de Aesan, el último informe de la EFSA sobre el tema. Según Aesan las conclusiones de este informe son las siguientes:
Sin embargo, yo creo que ese informe explica muchas más cosas (les recomiendo leerlo, es interesante) y no me parece que la conclusión principal sea esa. De hecho, en su último apartado, el de recomendaciones finales, dice lo siguiente:
"Además de limitar la ingesta de especies de pescado y marisco con un alto contenido de mercurio en la dieta diaria para evitar una exposición regular por encima de la ingesta semanal tolerable (IST), no es posible hacer recomendaciones generales sobre el consumo de pescado en Europa. Cada país necesita considerar su propio patrón de consumo de pescado y evaluar cuidadosamente el riesgo de exceder la IST de metilmercurio para obtener los beneficios para la salud resultantes del consumo de pescado y marisco. Además de evaluar la exposición a través de la ingesta de pescado, el uso de biomarcadores de exposición al metilmercurio puede ayudar a evaluar la exposición en diferentes grupos de población."
Es decir, que la EFSA solo "se moja" en una directriz muy global: limitar el pescado que con tiene más mercurio. Pero insiste en que en función del tipo de pescado, zona geográfica de pesca y tamaño del ejemplar, la presencia de mercurio puede ser muy diversa, así que recomienda que cada país vigile estrechamente la presencia de mercurio en los diferentes especies de pescado y la ingesta de forma más precisa, para poder hacer las recomendaciones específicas para sus ciudadanos. Además, en el resto del texto detalla que aunque el pescado aporta nutrientes muy interesantes, los valores de ingesta de metilmercurio están cerca de los límites establecidos (en algunos casos, como en los niños, se llega a sobrepasar).
Este documento de la EFSA es de 2015, así que podríamos suponer que Aesan ha hecho "los deberes": ha recopilado los datos actualizados sobre la presencia de mercurio en todo tipo de pescado, analizado su ingesta y, como consecuencia de todo ello, realizado estas recientes recomendaciones. Pero lo cierto es que no he encontrado pruebas que lo confirmen. ¿En qué datos se basa Aesan para llegar a esas 3-4 raciones semanales de pescado con riesgo bajo-medio para todo el mundo, incluidos los niños pequeños?
El mercurio en la lata
Dada la falta de información por parte de Aesan podemos buscar otras fuentes que nos ayuden a confirmar estas recomendaciones. Por ejemplo, podemos analizar la ingesta de mercurio a través de latas de atún, un alimento muy habitual en España, recurriendo al estudio "Mercury in Canned Tuna in Spain. Is Light Tuna Really Light?" (2013), una investigación realizada en nuestro país en la que se estudió la cantidad de metilmercurio en las conservas de este tipo.
Estos fueron los resultados representados gráficamente:
Los puntos muestran el resultado de cada producto y las líneas negras horizontales indican los valores medios por cada especie (atún claro, bonito del norte, barrilete, fragata y caballa). Como pueden observar, las diferencias son bastante importantes, incluso en productos de la misma especie, sobre todo en el caso del atún claro.
Podemos comparar estos valores con los limites establecidos por la normativa: 0,50 mg/kg para el pescado en general y 1 mg/kg para algunas especies, entre las que suelen estar las que nos incumben, como el atún. En el gráfico anterior he marcado con una línea roja horizontal dicho límite y como pueden comprobar, prácticamente todos los resultados están dentro de lo establecido por la normativa. Aunque algunos andan bastante cerca.
Sin embargo, más que la cantidad presente en cada pescado, lo importante es la ingesta final que se haga, así que podemos hacer unos cálculos para hacernos una idea de las magnitudes en las que nos movemos.
Una lata de atún blanco típica (pequeña) pesa unos 75 gramos (unos 50 escurrido) y el valor medio de metilmercurio detectado en el estudio para ese producto es de 0,315 mg/kg, por lo que dicha lata estará aportando aproximadamente unos 15 μg de metilmercurio (50 X 0,315).
Según la EFSA, la ingesta semanal tolerable (IST) de metilmercurio es de 1.3 μg/kg/peso por semana, por lo que dependiendo del peso de cada persona, podemos calcular el número de latas de atún claro semanales con las que se llega a esa cifra:
Como pueden observar, un niño de 25 kilos no debería comer más de dos latas a la semana, ya que en caso contrario sobrepasaría los límites máximos de metilmercurio. Un resultado que no es coherente con la recomendación de 3-4 raciones.
Pero si en nuestro hogar compramos siempre el atún claro en aceite de oliva, resulta que en ese caso el estudio detecta una presencia de metilmercurio bastante mayor que el valor medio global, de unos 0,561 mg/kg (fíjese también en la gran dispersión, de 0,196 a 0,963):
La cantidad de metilmercurio por lata será de unos 28 μg y la tabla anterior variará sustancialmente, reduciéndose de forma importante la cantidad de latas con la que se llega al máximo:
Que quede claro que todo esto no son más que cálculos realizados con los resultados de un solo estudio, por lo que no deberían tomarse como referencia general y representativa, pero nos muestran lo cerca que andábamos en 2013 de los máximos al ingerir un par de latas de atún a la semana, un pescado que Aesan ha clasificado como de "contenido medio en mercurio". Y la gran dispersión de cantidades de metilmercurio con la que podemos encontrarnos.
¿Habrá cambiado la cosa durante estos últimos años? No he encontrado información al respecto, pero hay más estudios recientes que llegan a conclusiones similares. La revisión "Mercury Concentrations in Fresh and Canned Tuna: A Review" (2018) también destacó la elevada variabilidad en los resultados y los valores bastante altos en una buena cantidad de casos.
Así que parece obvio que es necesario disponer de más información detallada sobre cada uno de los diferentes productos y especies para poder hacer un cálculo preciso de la ingesta recomendada, porque las diferencias pueden ser importantes.
Otros análisis, otras recomendaciones
Si seguimos buscando otras fuentes, podremos descubrir que tan solo unos meses después del último informe de la EFSA de 2015 se publicó otro documento muy interesante sobre el tema. Se trata del "Documento de consenso sobre la prevención de la exposición al metilmercurio en España" (2015), totalmente en español (está indexado en Pubmed en inglés en este enlace) y como bien explica su título, se trata de un consenso realizado por un grupo multidisciplinar de expertos españoles (GEPREM-Hg) creado ad-hoc para el tema.
Les recomiendo leerlo completo, porque incluye de todo: información básica, datos y referencias, así como recomendaciones de ingesta. Por ejemplo, cuenta cómo hay estudios que han confirmado que una buena cantidad de pescado en España supera las cantidades permitidas de metilmercurio:
Y a la hora de limitar algunas especies, entran en más detalles y son más conservadores que Aesan :
De nuevo, las diferencias con las recomendaciones de Aesan son importantes. Y, de nuevo, cantidades más comedidas.
¿Y qué dicen otras entidades de referencia? Las recomendaciones norteamericanas desarrolladas por la EPA y la FDA, como pueden comprobar en el documento oficial y la siguiente figura incluida, recomiendan 2-3 raciones semanales del pescado del grupo "Mejores opciones" (que podría ser el equivalente a "bajo contenido en mercurio" de Aesan). Y una sola ración semanal del grupo "buenas opciones" (que podría equivaler al de "contenido medio en mercurio"):
Es decir, se recomienda una ración semanal menos para el pescado con bajo contenido en mercurio y 2-3 raciones semanales menos para el pescado con contenido medio en mercurio. Bastante diferencia, en mi opinión.
Además de ser más estrictas y detalladas, ofrecen bastante más información que Aesan sobre los datos y los criterios que han utilizado para llegar a estas recomendaciones, como se puede comprobar en este contenido. Si Aesan hubiera hecho lo mismo, podríamos valorar si las diferencias entre ambas recomendaciones están justificadas.
Entonces, ¿tenemos un problema con el mercurio del pescado en España?
Con los pocos datos que hay, es difícil decirlo. Me inclino por pensar que no tenemos un problema sanitario serio porque posiblemente haciendo el balance riesgos-beneficios, la ingesta de pescado sea saludable y positiva. Andar cerca de los límites máximos de metilmercurio quizás no sea especialmente peligroso, ya que estos límites suelen establecerse con amplios márgenes de seguridad. Pero tal vez sí que tengamos un problema de falta de detalle y de información. Y creo que es un tema suficientemente serio como para andar con pies de plomo (o de mercurio, en este caso) y no arriesgarse en las recomendaciones.
Con estos ejemplos no quiero que piensen que es muy peligroso comer pescado y que dejen de hacerlo, ni que nos están mintiendo o engañando. Simplemente estoy poniendo sobre la mesa las sombras que detecto en las recomendaciones publicadas, así como algunas dudas que me generan. Y creo que estas dudas están justificadas ya que como se cuenta en "Mercury levels in blood, urine and hair in a nation-wide sample of Spanish adults" (2019), la elevada concentración de este compuesto que se detecta entre los españoles indica que estamos ingiriendo cantidades significativas. Y en el reciente metaanálisis "Fish consumption and risk of all-cause and cardiovascular mortality: a dose–response meta-analysis of prospective observational studies" (2018) se concluyó que la ingesta de pescado se asociaba con un menor riesgo de mortalidad, pero en los países occidentales (aunque no en los asiáticos) la cantidad de pescado que con menor riesgo de mortalidad global y cardiovascular eran unos 150 gramos semanales, pero aumentaba a partir de ese valor, como pueden apreciar en el gráfico incluido:
No sabemos si todos estos resultados estarán relacionados, pero más vale prevenir que curar, ¿no creen?
¡Gracias!
ResponderEliminarmil gracias como siempre!!
ResponderEliminarIgual que el consumo de embutidos relacionado directamente por el grado de carcinogenicidad en enfermedades tipo cáncer de colon se establece un máximo recomendable pero no sería lógico ver el panorama real igual que el uso de tabaco(droga legal) que la cantidad de cigarrillos a diario tendría que ser 0 no uno ni un paquete no dos.
ResponderEliminarMuy interesante, gracias Luis.
ResponderEliminarPero me surgen algunas dudas. La merluza también es un pescado muy consumido en España y hasta ahora se le suponía un bajo contenido en Hg; de hecho en el último cuadro aparece como una buena opción que se puede consumir 2-3 veces por semana. Sin embargo en otro cuadro aparece como el que más ha superado el contenido en mercurio y en otro se aconseja limitar el consumo a una vez por semana.
La caballa aparece en el último cuadro en los tres apartados, el de mejor opción, de buena opción y de opción a evitar.
Y, por último, cuando se indica el consumo aconsejable de un pescado, supongo que es si no comes ningún otro pescado más con contenido de Hg ¿no? El efecto será acumulativo y eso habrá que tenerlo en cuenta.
Saludos.
A la primera pregunta sobre la merluza no puedo aclararte demasiado, efectivamente son datos contradictorios, pero algunos se corresponden con algunas zonas y ciertos estudios, otros con otras y otros estudios, y no tenemos información para saber cuáles serían los correctos o aplicables. En principio deberíamos fiarnos de Aesan, pero como no aportan las fuentes...
EliminarRespecto a la caballa, aunque en la traducción al español no se diferencian bien, en el cuadro original se refieren a 3 especies diferentes: Atlantic mackerel (Scomber scombrus), Spanish mackerel (Scomberomorus maculatus) y King mackerel (Scomberomorus cavalla):
https://www.fda.gov/media/102331/download
Ah, vale, gracias Luis. Por lo que he encontrado, la caballa habitual que comemos es la Atlántica, aunque también está en el Mediterráneo (es la de menor contenido en mercurio según el cuadro), mientras que la Española y la King se dan en América.
EliminarSaludos.
Muchas gracias por el post .¿Que hay del factor protector que puede ejercer el selenio (presente en pescados como el atún de lata o los mariscos) y que dificulta la bioacumulación del mercurio presente en ese mismo alimento?.
ResponderEliminarEs un tema que está muy verde y que no se conoce bien, por el momento parece que no conviene confiar demasiado en ese posible efecto protector:
Eliminarhttps://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/15563650.2017.1400555
Hola:
ResponderEliminarGracias por este análisis tan pormenorizado. En el análisis del atún enlatado, ¿hay alguna explicación por la que haya tanta diferencia entre la preparación con aceite de oliva y la de girasol? Gracias
Pues no, la verdad. Tampoco los autores del estudio propusieron ninguna.
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