Vamos allá:
¿Cuáles serían los alimentos saludables que debo poner a disposición de mis hijos?
Estos son los que deberíamos priorizar de forma especial (mejor si los cocinamos utilizando técnicas tradicionales y grasas saludables, matizaciones).:
- Hortalizas, verduras y frutas.
- Pescado y carne frescos, huevos.
- Legumbres y frutos secos (Leer esto sobre atragantamiento con frutos secos)
- Lácteos sencillos (matizaciones)
- Alimentos integrales (matizaciones y matizaciones)
Insisto: sobre todo se trata de poner estos alimento a su disposición, teniéndolos en casa y sirviéndolos en las comidas.
¿Y cuáles serían los alimentos menos saludables y que habría que evitar?
- Fruit and vegetable availability enables adolescent consumption that exceeds national average (2010)
- Associations between parental report of the home food environment and adolescent intakes of fruits, vegetables and dairy foods (2005)
- Influences on adolescent eating patterns: the importance of family meals (2003)
- Correlates of fruit and vegetable intake among adolescents: Findings from Project EAT(2003)
¿Y cuáles serían los alimentos menos saludables y que habría que evitar?
Una lista básica podría ser esta:
- Bollería y galletas.
- Refrescos y bebidas azucaradas (razones).
- Carne procesada, salchichas, fiambre (razones).
- Cereales de desayuno para niños (razones).
- Pan blanco (razones).
- Chuches y dulces.
- Confectionery consumption and overweight, obesity, and related outcomes in children and adolescents: a systematic review and meta-analysis" (2016)
- Association of candy consumption with body weight measures, other health risk factors for cardiovascular disease, and diet quality in US children and adolescents: NHANES 1999 2004" (2011)
También hay que vigilar lo que los niños comen por su cuenta, principalmente comida no saludable (snacks y refrescos). Y en estas situaciones también es importante la influencia de los amigos.
- Children’s snack consumption: role of parents, peers and child snack-purchasing behaviour. Results from the INPACT study, (2015)
- The relationship between adolescents’ and their friends’ eating behaviors - breakfast, fruit, vegetable, whole grain, and dairy intake (2012)
¿Hay algún "truco" más que se podría utilizar para que coman más alimentos saludables y menos poco saludables?
Algunos estudios pueden darnos ideas sobre posibles tácticas y buenas practicas que podríamos probar:
1. Como ya hemos dicho, una directriz fundamental es conseguir que les resulten sabrosos, así que conviene trabajar por reducir el rechazo, probando diferentes formas de cocinarlos. Para que, sin dejar de ser saludables, también resulten gustosos.
- Decreasing food fussiness in children with obesity leads to greater weight loss in family-based treatment (2016)
- Eat your veggies: A chef-prepared, family style school lunch increases vegetable liking and consumption in elementary school students, (2016)
3. O incluso involucrar a los niños en la compra y preparación de los mismos.
- Associations between Japanese schoolchildren's involvement in at-home meal preparation, their food intakes, and cooking skills (2016)
- Involving children in meal preparation. Effects on food intake (2014)
- The impact of cooking classes on food-related preferences, attitudes, and behaviors of school-aged children: a systematic review of the evidence, 2003-2014 (2014)
- Cooking with Kids positively affects fourth graders' vegetable preferences and attitudes and self-efficacy for food and cooking (2014)
- Family life in grocery stores – a study of interaction between adults and children, (2004)
Pero ¡ojo!, si la compra no se va a hacer en establecimientos en los que se venden solo productos frescos y saludables, como por ejemplo fruterías, pescaderías o carnicerías, sino en un gran supermercado en el que se venden productos no saludables, no conviene que nos acompañen. Ellos estarán muy sesgados por el marketing alimentario que hayan podido recibir y acabarán influyendo en las (malas) decisiones de compra, de forma mucho más importante de lo que se piensa.
4. Utilizar argumentos que apelen a la rebeldía de los adolescentes (como por ejemplo "las grandes empresas alimentarias te quieren manipular para que comas sus productos") puede lograr que se rebelen contra ciertos alimentos poco saludables.
5. Se pueden probar técnicas de marketing habituales, aplicadas a alimentos saludables. Por ejemplo, para aumentar su afinidad por ellos puede involucrar a los niños en inventarse y utilizar nombres divertidos y atractivos con las verduras (guisantes rebotantes, zanahorias rayos-X,..,)6. No hace falta que los vegetales siempre sean un plato principal. Una forma de acostumbrarse a su presencia y a su ingesta es ponerlos de acompañamiento, ya que así también se consigue una mayor valoración del plato y del resto de alimentos.
¿Conviene hablar a los niños de su peso y de los riesgos de sobrepeso en el futuro?
Los niños, sobre todo los más pequeños, no son capaces de interiorizar el riesgo a largo plazo. Los estudios han mostrado que sus decisiones a la hora de comer se basan sobre todo en las expectativas de sabor, la diversión y el mundo de fantasía asociado:
- Determinants of sugar‐sweetened beverage consumption in young children: a systematic review (2015)
- Influence of food companies' brand mascots and entertainment companies' cartoon media characters on children's diet and health: a systematic review and research needs (2015)
- Factors influencing food choices of adolescents: findings from focus-group discussions with adolescents (1999)
Si el niño ya sufre sobrepeso, hablarle de ello es posible que tampoco ayude. De hecho, podría ser hasta contraproducente, generándole ansiedad y pudiendo afectar a su autoestima en el futuro:
Pero ¿y si no quiere comer cosas saludables? ¿No es mejor que coma algo, aunque no sea saludable, a que no coma nada?
Conviene que los niños hagan las comidas principales habituales, pero a un niño normal no le pasa nada grave ni disminuye significativamente su rendimiento por no comer en alguna ocasión puntual. Ni tampoco por no desayunar ciertos alimentos que se venden como "ricos en energía", aunque los vendedores de productos ultraprocesados quieran convencernos de lo contrario.
- The Effects of Breakfast and Breakfast Composition on Cognition in Children and Adolescents: A Systematic Review (2016)
- The effect of breakfast composition and energy contribution on cognitive and academic performance: a systematic review (2014)
- The clean plate club: about 92% of self-served food is eaten (2014)
- Adults only: why don’t children belong to the clean-plate club? (2015)
¿Es importante que los niños empiecen a comer vegetales pronto?
Según el estudio "Mid-childhood fruit and vegetable consumption: The roles of early liking, early consumption, and maternal consumption" (2016), un consumo temprano de vegetales y frutas es un gran predictor del consumo de adulto. Así que, tras la lactancia, no parece mala idea empezar a a comerlos cuanto antes.
¿Realmente es tan influyente la publicidad alimentaria?
A continuación enumero cuatro razones - y unos cuantos estudios - por las que hay que alejarse del marketing alimentario y la publicidad.
1. Casi en su totalidad es sobre productos poco saludables.
- ("Food Marketing Targeting Youth and Families: What Do We Know about Stores Where Moms Actually Shop?, (2014) ,
- Marketing foods to children: a comparison of nutrient content between children's and non-children's products. (2013)
- Marketing cereal to children: content analysis of messages on children's and adults' cereal packages (2014)
- "I saw Santa drinking soda!' Advertising and children's food preferences (2014),
- A systematic review of persuasive marketing techniques to promote food to children on television (2014)
- Child-targeted TV advertising and preschoolers' consumption of high-sugar breakfast cereals (2016)
- Influence of unhealthy food and beverage marketing on children's dietary intake and preference: a systematic review and meta-analysis of randomized trials (2016)
- Branding and a child's brain: an fMRI study of neural responses to logos (2014)
- Beyond Food Promotion: A Systematic Review on the Influence of the Food Industry on Obesity-Related Dietary Behaviour among Children (2015)
4. También influye en los padres.
Tengo una nena de más de 3 años y desde que empezó a comer sólidos procuramos incluir en todas las comidas verdura. En general le gusta pero, como todos, tiene sus preferencias. Mi truco es servirle primero la verdura y mientras se la come preparar el resto del "menú" (carne, pescado, arroz...), de esta forma la pilla con más hambre y come más verdura, ya que al servirlo todo a la vez suele preferir aquello más palatable o que más le entra por los ojos. Otra idea es diseñar platos que ya incluyan la verdura en ellos (tortilla de calabacín, arroz con guisantes y zanahoria...).
ResponderEliminarTambién he observado que el hecho de que si empiezan a comer algo libremente desde chiquitos les crea una gran adherencia, en nuestro caso el abuelo tiene un huerto y la nena ha comido tomates casi directamente de la planta desde pequeña (los coge ella, los lavamos y se los come a bocados), lo que hace que normalice el alimento y lo prefiera incluso por encima de otras alternativas (cuando vamos al super y quiere picar algo pide tomates cherry).
Hola Centinel, te propongo un tema: los tipos de etiquetado frontal (front of package labelling) y su impacto real en la toma de decisiones. :)
ResponderEliminarGracias, tomo nota, aunque la cosa no pinta demasiado bien
Eliminarhttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27745562
Genial aportación, Centi. Eres todo un Mariscal de campo ofreciendo buenos planes de ataque contra un poderoso enemigo, como explicas en tu libro: La guerra contra el sobrepeso. Te debo una conversación ...no me olvido de tí. Una aportación modesta pero práctica, en castellano, sobre uno de los puntos que comentas la escribí aquí: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/2016/05/04/223690.php
ResponderEliminarBuena aportación, Carlos. Gracias.
EliminarPrimero felicitarte por todo tu trabajo y aportaciones como las de Carlos. Este curso en el colegio de mis hijos han decidido que entre comidas solo pueden ¡¡comer fruta!! Ni lácteos, ni frutos secos, ni cereales integrales... El "café para todos" no es muy científico y me niego a seguirlo. Mis hijos tienen normopeso, comen variado y sano y uno de ellos además en horario escolar no tiene apetito por la medicación del TDAH; como él hay muchos niños a los que la fruta, con su escaso valor nutricional, no les sirve, pero siguen sin entender que la nutrición no es: azúcar malo, verdura bueno. Además les hacen llevar la fruta, por lo que llega (si la pelas y troceas, porque no veo a mis hijos sacando la navaja en clase y pelando la pera) hecha un cisco poco apetecible. Hay mucho más trabajo que hacer en los colegios que en los hogares; no olvidemos que allí hacen más comidas que en casa y sin nuestra supervisión. Gracias.
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