En un post de hace algo más de un año pudimos conocer el nuevo Yale Food Addiction Scale 2.0 (YFAS), el cuestionario más utilizado para la evaluación de la posible adicción a la comida. Este cuestionario es una iniciativa de un grupo de expertos de la universidad de Yale, que lleva bastantes años investigando en torno a la perspectiva de la adicción para entender mejor los trastornos alimentarios y la obesidad, buscando paralelismos con los síntomas que se suelen identificar en el abuso de sustancias como el tabaco o el alcohol. Pueden leer más sobre esta perspectiva en este post que publiqué en el blog de Next Door Publishers o en el libro "El Cerebro Obeso".
Pues bien, aquella versión estaba alineada con la última edición del manual de diagnóstico de trastornos mentales de referencia en psiquiatría, el DSM-V (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders). Y como pueden comprobar en dicho post, el YFAS 2.0 es bastante largo, se compone de 35 items y tiene un sistema de puntuación algo complejo.
Así que para facilitar las evaluaciones sobre este tema, sus autores acaban de publicar una versión alternativa y simplificada del mismo, que denominan "Modified Yale Food Addiction Scale" (mYFAS 2.0). Como ellos mismos indican en el paper en el que han dado a conocer la herramienta, "Development of the Modified Yale Food Addiction Scale Version 2.0" (2017), "(...) el mYFAS 2.0 puede ser una opción apropiada para los estudios que al evaluar la adicción a la comida priorizan la especificidad o cuando se necesita hacer una medición más breve".
En efecto, su uso es bastante más sencillo que el anterior y, según cuentan en el trabajo, se consiguen resultados razonablemente equivalentes. Veámoslo en la práctica.
Esta nueva herramienta de evaluación se compone de 13 ítems, que describen otros tantos síntomas:
- Como hasta el punto de sentirme físicamente enfermo.
- He intentado, sin éxito, dejar de comer ciertos alimentos.
- Paso mucho tiempo sintiéndome débil o cansado por comer en exceso.
- Evito actividades sociales, del trabajo, o del colegio porque me preocupa comer demasiado allí.
- Sigo comiendo de la misma forma aunque me causa problemas emocionales.
- La misma cantidad de comida ya no me aporta la satisfacción que me solía aportar.
- Si tengo problemas emocionales por no haber comido ciertos alimentos, los como para sentirme mejor.
- Mis amigos y familiares están preocupados por todo lo que como en exceso.
- Comer en exceso me dificulta cuidar de mi familia o hacer las tareas domésticas.
- He estado tan distraído comiendo que podía haberme hecho daño (por ejemplo, conduciendo, cruzando la calle, manejando maquinaria).
- Tengo impulsos de comer ciertos alimentos tan fuertes que no puedo pensar en otra cosa.
- Tengo problemas significativos en mi vida a causa de la comida. Puede ser con mi rutina diaria, el trabajo, la escuela, los amigos, la familia o la salud
- Mi conducta alimentaria me causa mucha angustia.
Cada uno de estos ítems debe evaluarse por parte de la persona afectada en función de la siguiente escala, relacionada con la frecuencia con la que aparecen los síntomas:
Nunca = 0
Menos de una vez al mes = 1
Una vez al mes = 2
Dos-tres veces al mes = 3
Una vez a la semana = 4
Dos-tres veces a la semana = 5
Cuatro-seis veces a la semana = 6
A diario = 7
Ahora hay que sumar todos los ítems que se consideran como "positivos". Y para decidir si son positivos o no, deben haber obtenido una valoración entre los siguientes rangos:
- Ítems 4, 8, 9, 10: Valoración de 2 a 7 (al menos una vez al mes).
- Ítems 1, 5, 7, 11: Valoración de 4 a 7 (al menos una vez a la semana).
- Ítems 2, 3, 6, 12, 13: Valoración de 5 a 7 (al menos dos-tres veces a la semana).
- Otros 2 o 3 ítems positivos: Adicción leve.
- Otros 4 o 5 ítems positivos: Adicción moderada.
- Otros 6 o más ítems positivos: Adicción grave.
En este enlace pueden descargar un documento en formato Microsoft Word con este nuevo cuestionario y el sistema de evaluación explicado, todo ello en español, por si desean utilizarlo.
Bien, es posible que algunos de ustedes se pregunten "¿y después, qué?". Pues lo cierto es que no hay respuesta a esa pregunta. Según el espíritu del documento, podríamos suponer que si el diagnóstico es positivo, es porque se sufren síntomas similares a los de las personas que sufren adicción a sustancias adictivas como el tabaco o el alcohol. Y, por lo tanto, un posible tratamiento del sobrepeso o de la relación con la comida quizás debería presentar elementos comunes con los de esas patologías.
Pero todo esto, a día de hoy, no son más que hipótesis...
Bien, es posible que algunos de ustedes se pregunten "¿y después, qué?". Pues lo cierto es que no hay respuesta a esa pregunta. Según el espíritu del documento, podríamos suponer que si el diagnóstico es positivo, es porque se sufren síntomas similares a los de las personas que sufren adicción a sustancias adictivas como el tabaco o el alcohol. Y, por lo tanto, un posible tratamiento del sobrepeso o de la relación con la comida quizás debería presentar elementos comunes con los de esas patologías.
Pero todo esto, a día de hoy, no son más que hipótesis...
"Y, por lo tanto, un posible tratamiento del sobrepeso o de la relación con la comida quizás debería presentar elementos comunes con los de esas patologías."
ResponderEliminarYo creo que no debemos mezclar churras con merinas: se puede tener un trastorno de alimentación sin sobrepeso y viceversa. Personalmente creo que eliminar el sufrimiento emocional que supone a una persona una mala relación con la comida es motivación suficiente para tratarla, haya o no pérdida de peso (o incluso ganancia!).
Por otra parte, con el modelo actual de culpabilizar al paciente y hacer creer que el que está enfermo "es porque no se cuida", no debe extrañar que haya esa relación tóxica con la comida. Y esto no es sólo para las personas obesas; si tienes alguna patología remotamente relacionada con la alimentación (y cuál no lo está!), tienes asegurada la restricción dietética sin ningún tipo de consideración al impacto psicológico que pueda tener en el paciente.
Muchos expertos no creen que sea mezclar churras y merinas
Eliminarhttp://www.nextdoorpublishers.com/2016/06/alimentos-como-drogas/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21999688
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28011401
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26478196
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S019566631630647X
Claro que hay respuesta. Eso que se considera como posible en el último párrafo es una realidad exitosa desde hace más de 20 años! En comedores compulsivos anónimos, OA.org, brindan soluciones efectivas con un programa de tratamiento derivado del de Alcohólicos Anónimos. Usan un cuestionario de autodiagnóstico con preguntas parecidas al del post.
ResponderEliminar¿Puedes facilitar pruebas y evidencias serias de la efectividad de los tratamientos de esta organización?
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNuevo método milagro!! 3 comidas al día? Alimentos prohibidos? Psicóloga sin estudios de dietética ni nutrición aparentes.
EliminarHuele... raro.
Método milagro? Sin conocimientos de nutrición? ... esto de opinar sin saber...
ResponderEliminarEn su BIO (lo más parecido a un curriculum) no indica ningún estudio de nutrición o dietética (si muchos del área de la psicología) Si conoces más de lo que ella misma publicita para apoyar su negocio, adelante, estamos encantados de recibir información (veraz, a ser posible :))
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstaría muy bien disponer del cuestionario para niños, cambiaría mucho el enfoque, aunque posteriormente habria que conocer que estrategias serían más efectivas en estos casos. Trabajo como enfermera en consulta de pediatría y desde hace años sé que las recomendaciones dietéticas por si solas son poco efectivas. Trabajas con los padres y con los niños y entran en juego tantos factores...En consulta muchas veces explican que los niños les reclaman comida porque tienen hambre, y así lo viven, aunque objetivamente haya ingesta adecuada y suficiente. Pero estas situaciones repetidas generan mucha tendión familiar dificultando la adherencia. Saber que la adicción a la comida es real, que sucede, que puede tener una base neurobilogica, abre puertas a que participen otros profesionales en el tratamiento de la obesidad,aunque bueno, queda mucho recorrido...
ResponderEliminarDe nuevo, muchas gracias por tu labor, es un lujo.
Hola Carmen y gracias por tus amables comentarios.
EliminarPuedes descargar el cuestionario YFAS-C (para niños) y sus instrucciones desde este enlace:
http://fastlab.psych.lsa.umich.edu/wp-content/uploads/2014/04/YFAS-Children.zip
Está en inglés, pero es sencillo y fácil de traducir.
Saludos.
Es un cuestionario muy subjetivo y que fa la de sentimientos y emociones NO ES ÚTIL.
ResponderEliminarNo se parecen al tabaco y al alcohol en dine hay sustancias adictivas conocidas( nicotina, alcohol) NO SON COMPARABLES.
En la comida solo hay premio o un placer fácil.
Este test de adicción a la comida es muy suculento si lo interpretamos correctamente. Evidentemente no es un teorema y si se analiza bien podemos sacarle mucho provecho, como a la comida de reaprovechamiento ;-)
ResponderEliminarGracias x ser tan generoso y ser un gran difusor de buena informacion; en este contexto de infoxicacion es muy enriquecedor encontrar autores y divulgadores como ud. Soy de Argentina me especializo en obesidad y no me soy sonrojo al decir q soy un admirador de su trabajo. Felicitaciones!!
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