Hace unas semanas se publicó en The Lancet una serie de artículos sobre la obesidad y las políticas para combatirla, del que algún día tengo pensado hablarles largo y tendido. Explican pormenorizadamente y desde una perspectiva científica que no se está haciendo lo que se debe hacer para combatir la obesidad y se dan algunas ideas y sugerencias que podrían ser muy útiles para los gobiernos y responsables sanitarios.
Para ilustrar todo ello, se incluye una infografía, que resume bastante bien las estrategias que deberían incluirse en las políticas gubernamentales en lo que respecta a promover una alimentación saludable, que van mucho más allá del publicitar el ejercicio y la reducción de calorías.
Esta es la imagen, de la que he hecho una traducción libre:
Pueden verla completa y a alta resolución en este enlace,
No estaría mal que los responsables sanitarios dedicaran un tiempo a analizarla y, sobre tod, a leer los mencionados mencionados artículos. Tendríamos más probabilidades de conseguir frenar el avance de la obesidad.
Promover una alimentación orientada a prevenir la obesidad es una meta interesante, pero con cuidado de no obsesionarse sólo en eso; al fin y al cabo el objetivo final no es el peso, sino la salud, y creo que a veces lo olvidamos.
ResponderEliminarPor ejemplo, por lo que sé es bastante habitual entre los médicos de atención primaria recomendarnos bajar de peso en cuanto tu BMI se sale un poco del rango "normal", muchas veces sin siquiera echarle un vistazo a tus marcadores de salud (algunos casos hemos leído en este mismo blog). ¿Qué es preferible, un BMI de 29 con buena salud, o un BMI de 23 con prediabetes? Personalmente no tengo duda.
Me parece buena idea pedir a los gobiernos que promuevan una alimentación saludable, pero sin olvidar que esa es una pata más de un estilo de vida saludable; importante, pero no la única.
En mi opinión, la otra "pata" que todavía necesita mucha ayuda (y no sólo en forma de promoción) es la actividad física. Puede que no tenga excesiva influencia en el peso, pero sí en la salud general, sobrepeso o no sobrepeso.
Si no paramos el TTIP (Tratado entre Estados Unidos y la Unión Europea), los gobiernos no podrán legislar ninguna medida que beneficie la salud alimentaria de la población, porque reducir el consumo de porquerías alimentarias es contrario a los intereses de las grandes transnacionales de la alimentación.
ResponderEliminarLos que nos gobiernan tienen prisa en que se firme este tratado en los próximos meses, que dejaría las manos libres a las multinacionales para invadir nuestro mercado de la alimentación con transgénicos procedentes de Estados Unidos y la introducción masiva de más porquerías alimentarias.
Es el momento de mostrar nuestro rechazo al TTIP, para que no terminen de destruir nuestra soberanía alimentaria y la de nuestros hijos e hijas (el derecho a poder decidir una producción de alimentos de manera respetuosa hacia las personas y el medioambiente).
Este tratado comercial y de inversiones entre EEUU y la Unión Europea también quiere recortar los pocos derechos laborales que quedan, privatizar la sanidad y la educación etc. Y todo ello en beneficio de unas pocas grandes empresas, que quieren mandar en todo el planeta, por encima de los gobiernos elegidos democráticamente y de la voluntad del pueblo soberano. http://noalttip.blogspot.com.es/p/manifiesto.html