Resulta que el otro día, tras hacer una compra bastante apresurada, me puse a guardarla en la despensa y en ese momento me di cuenta de que había comprado dos frascos de tomate frito de la misma marca pero diferentes, sin haber sido consciente de ello.
En la siguiente fotografía pueden observar ambos:
El de la izquierda se autodenomina "Estilo Casero" y el de la derecha "Receta Artesana". Con lo de "casero" está bastante claro lo que se pretende transmitir, que se ha fabricado de forma similar a la de casa. Lo de "artesano" ya es menos obvio, aunque suponiendo que algo se suele considerar artesano cuando está hecho a mano o por una persona, se podría pensar que guarda cierta relación con el "casero" anterior. Supongo que los expertos en imagen y marketing de Eroski habrán hecho los correspondientes estudios y habrán elegido estos nombres por razones concretas y para dirigirse a nichos específicos de clientes, pero lo cierto es que a mi ambos me sugieren prácticamente lo mismo. De hecho, cuando los compré buscaba un tomate lo más "natural" y menos procesado posible y hasta que no los vi juntos no percibí que eran productos diferentes. Además de mis prisas y cierto despiste, supongo que también el mismo precio por envase, el nombre, el aspecto y los mensajes aludiendo al aceite de oliva de la etiqueta frontal influyeron en esta confusión.
¿Y en qué se diferencian?
Veamos con más detalle las etiquetas. Si giramos los frascos y nos fijamos en lo que pone en la zona de los ingredientes, nos encontramos con esto:
Como pueden observar, el casero está fabricado con tomate y tomate concentrado, cebolla, aceite de oliva, azúcar, almidón modificado de maíz, sal y ácido cítrico. El artesano presenta ingredientes similares, aunque a su favor se observan varios puntos: no contiene tomate concentrado, añade más aceite de oliva, no tiene almidón añadido e incluye ajo. Vamos, que podría parecer que el artesano es más "natural" o menos procesado.
Pero lo más interesante llega al leer la composición nutricional:
Resulta que el artesano aporta casi el doble de calorías (en parte esperable, ya que tiene más aceite, aunque no sé si tanto), más del doble de grasas saturadas (por lo mismo), más del triple de azúcares (esto es un poco sorprendente ) y el 50% más de sal (también).
Unas diferencias bastante notables, ¿no cree? Supongo que algún tecnólogo de alimentos podría explicarnos las razones por las que la "receta artesana" tiene mucha más cantidad de azúcar y sal, a mí se me escapa. De cualquier forma, creo que va quedando bastante claro que calificativos como "casero", "artesano" y similares tienen poco que ver con los posibles ingredientes que pueda tener un alimento y con sus relación con la salud.
Y ahora vamos a hacer otra cosa: comparar estos dos productos con un tercer tipo de tomate frito de la misma marca. En concreto con el más sencillo y básico, el más barato de todos, que denominan "basic".
Estos serian sus ingredientes y su composición nutricional (he resaltado con colores los mismos valores que anteriormente):
Y ahora, considerando que el precio por kilo de cada uno de ellos es de 3,28€ (casero), 3,83€ (artesano) y 1,03€ (basic), ¿creen que es sencillo seleccionar uno en base a algún criterio objetivo?
¿Y usted por cual se decantaría?
¡Te la han colado! Hay que mirar las etiquetas en la tienda, jeje. Esto es en pan de cada día con cualquier alimento del súper... Buena muestra de lo que es el marketing alimentario.
ResponderEliminarCreo que me decantaría por el estilo casero, por tener menos azúcar que los demás y por tener aceite de oliva en lugar de girasol. Es cierto que para hacer la compra ya hay que ir haciendo un análisis de mercado de cada producto que compras, incluso cuando te decides por la sección "ecológica" para intentar ir sobre seguro. El tiempo que tardas en decidir qué tomate comprar ya casi que te daría tiempo a hacerlo tu mismo en casa...
ResponderEliminarYo me iría al casero por aquello del menor contenido en azúcar y llevar aceite de oliva, pero seguramente compraría el tomate triturado y lo cocinaría yo, que es lo que hago... jejeje, me ahorro únicamente el comprar los tomates y tener que triturarlos y reducirlos.
ResponderEliminarYo suelo hacer lo mismo, pero hay que tener cuidado con la sal que suelen llevar añadida los botes de tomate triturado
EliminarBuscas un tomate más natural y menos procesado posible y te compras un tomate frito?? Te mereces kilos de azúcar y toneladas de grasas saturadas...
ResponderEliminarJa ja ja ja
EliminarDiscrepo, creo que esa forma de pensar es un error. Si muchos quisiéramos comprar tomate frito de calidad y fuéramos capaces de saber cómo seleccionarlo de forma fiable, las empresas lo fabricarían y publicitarían. Para las grandes empresas el cliente es el rey.
EliminarEl básico. Las diferencias en cuanto a tipo de aceite y cantidad de azúcares son irrelevantes en un cocinado real. Y el precio es muy diferente
ResponderEliminarUséase. Si lo vas a echar sobre patatas fritas, pasta o arroz, que el uso mayoritario, ¿nos van a preocupar un par de gramos de almidón más o menos? O si vamos a rebañar la salsa con pan...
Si es para hacer cosas guisadas sin ninguna fuente de hidratos refinados, entonces mejor tomate triturado y echarle tú el ajo, la cebolla y un chorrito de limón o vinagre. Total, si vas a fogonear, solo son unos minutos más.
Yo no como ningún tomate frito que no haya cocinado un servidor...
ResponderEliminarTriturar tomate con alguna verdura y especia al gusto de la ocasión y a reducir a la satén, sin aceite o con ella, ambas queda genial ;)
ResponderEliminarYo compro el tomato triturado de Mercadona que es muy simple, sobre ahí ya lo frío yo o hago lo que quiero, pero no lleva azúcar añadido ni cosas raras : )
ResponderEliminarPues visto lo visto, coincido con Felipe. Hace mucho que no como ningún tomate frito que no haya cocinado yo.
ResponderEliminarMe decanto por hacerlo yo mismo..., o TOMATE TAMIZADO marca Hacendado
ResponderEliminarTotal que excepto centinel nadie ha entendido nada. Todos cocinamos el tomate, ninguno compra tomate frito de marca alguna y nadie se siente culpable por no pasarse el rato friendo y por eso no compra el que le parece más "natural". No es cierto. Todos compramos y consumimos y deberíamos agradecer a quien hace estos informes su trabajo. Es más deberíamos exigir que no nos tomen más el pelo las grandes empresas de alimentación. Yo si ya sé que tomate frito comprar cuando no tenga tiempo ni ganas de "ser perfecta" y cocinar. Muchas gracias por el artículo
ResponderEliminarMaria Dolors, yo me dedico a pelar y freir tomates precisamente porque un dia me pare a leer las etiquetas de los botes. Espero que, entre otros gracias a Centinel, mucha mas gente se pare a leerlas.
Eliminar"Basic" a priori por lo que me pones. Menos azúcares, muchísimas menos calorías, contiene ajo y cebolla...Lo único es que no sé la proporción de tomate que lleva y... aceite de girasol pero ¿acaso lo voy a comer a diario?. Parece que aquí no se cumple lo de "lo barato sale caro".
ResponderEliminarYo compraría el artesano, que es el único que no lleva almidón de maíz. Teniendo alergia al maíz, es el único que me puedo permitir de esos tres. Algún día deberías hacer un artículo sobre la costumbre de las empresas de agregar almidón de maíz a alimentos que no en principio no deberían llevar algo así como el tomate frito, mayonesas, jamón cocido/salchichón, yogurts, pescado procesado congelado... y encima sin considerarse alérgeno en el etiquetado, hacer la compra es un infierno.
ResponderEliminarAhora, si ninguno llevara almidón de maíz, y suponiendo que la información nutricional se mantuviera igual (cosa que dudo), dudaría entre el Basic y el Casero. Aunque seguramente elegiría el Casero por el hecho de indicar qué cantidad de tomate han usado, qué proporción de cebolla contiene, y por el hecho de que aunque el Basic tiene a su favor el tener menos de la mitad de grasas saturadas, si se suman las saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas, sale 3.2g que no coincide con el total (3.5g) y resulta sospechoso.
Hola Centinel has ledio este paper?
ResponderEliminarhttp://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25614203
que os parece?
Buenas,
ResponderEliminardejo aquí lo que ya comenté a través de Twitter, por si pudiera interesar a alguien.
En el tomate casero 72 kcal. proceden del aceite de oliva, mientras que en el artesano la cifra es de 133,2 kcal.
Me llama la atención la elevada cantidad de azúcar del tomate artesano, pero supongo que se debe a la variedad de tomates o a su estado de maduración, ya que la legislación no permite añadir más de un 5% de azúcares.
También me llama la atención la baja cantidad de azúcar del casero, que es similar a la de un tomate frito sin azúcares añadidos. Sin embargo, en el etiquetado se muestra que sí contiene azúcar añadido. Se podría pensar que se han utilizado tomates inmaduros, pero eso sería contraproducente y además la legislación indica que el tomate frito debe elaborarse con tomates maduros. http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1984-10112
Por si alguien no lo sabe, el almidón modificado de maíz (lo de "modificado" no significa "modificado genéticamente") se emplea para mejorar la textura del producto, otorgándole más consistencia.
Gracias por el artículo. Me ha hecho pasar un buen rato
¡Saludos!
Se me olvidaba. Si haces cuentas, en el artesano, el 9,6% del producto corresponde a: azúcar añadido+sal(1,5%)+ajo+ác. cítrico. Es decir, según esas cuentas, tendría un poco más del 5% del azúcar permitido, pero supongo que es cuestión de redondeos
EliminarValiosas aportaciones, ¡muchas gracias!
EliminarHola, Centinel. ¿Cuál comprarías tú si volvieras por el Super? Eso no me ha quedado claro. ¿El almidón de maíz presente en el "Basic" no suele ser también perjudicial? Esta es una polémica que tengo siempre con mi marido (el chef habitual en mi casa). Yo me decanto por el tomate tamizado o triturado de Mercadona, que (al menos según la etiqueta) no lleva tanta azúcar como los fritos. Pero él dice (con toda razón) que me fijo en ese tema del azúcar en el tomate frito y luego me empapuzo de pasteles de chocolates... En fin... Si lograra controlar mi amor por el chocolate, ¿valdría la pena seguir al pie de la letra la lucha contra el azúcar en los tomates fritos? ¿Qué tú crees?
ResponderEliminarLili, es normal que mis preferencias no te hayan quedado claras, porque no las he explicitado.
EliminarY, en efecto, la influencia el azúcar del tomate comparada con la ingesta frecuente de pasteles es anecdótica. Primero reducir pasteles.
Hola a todos!
ResponderEliminarSencillo , se que es un problema de tiempo, pero la salud también lo requiere, venden tomate enlatado entero o, ya triturado sin ningún componente solo tomate( quizás ácido cítrico), pico un cebolla, un ajo mas un pimiento verde , lo pocho un poco le añado el tomate , esto por kilo , se pueden hacer varios kilos de una tirada, 3 /4 hora mínimo fuego lento sal a gusto y "azúcar" ( puedes prescindir)" , depende acidez y gusto, enfriar , congelar en recipientes y tienes tomatada para largo, mas barato y mas sano total hora y media, cada uno decida si merece la pena , en mi casa hacemos conserva para todo el año , embotando y al baño maría, así como otras muchas , es un opción y un modelo diferente de consumo... Merece la pena por sabor , y si tenéis hijos por educación gastronómica.
La respuesta es sencilla: ninguno de los tres. En el Mercadona (no he encontrado ningún otro similar) venden un tomate frito sin azúcar añadido Hacendado que está muy bueno.
ResponderEliminarEl mejor que he probado es Hida, llevo años utilizándolo y es buenísimo. Os lo recomiendo. http://www.hida.es/tomate-frito/
ResponderEliminarHoy viendo una lata de tomate frito Hida no pude evitar fijarme que en la composición indicaba 7,8 g de azúcar por cada 100 g de producto. Para una lata de 400 g, eso hace unos 32 g de azúcar. Se me ocurrió pesarlo y cual fue mi sorpresa al ver que era el equivalente a dos o tres buenas cucharadas soperas. Mi pregunta es, ¿realmente es necesario?
EliminarTomate frito HIDA no lo compréis!! Me acabo de encontrar una especie de tentáculo frito en su interior... asqueroso!! No sé dónde puedo escribir esto para que llegue a más gente, pero decidlo porque me parece increíble que se permitan tal cosa, ya es el colmo. Si al final lo mejor es freírlo tú mismo... Saludos!
ResponderEliminarYo los compro, los lavo, les hago unos cortes, los pongo a hervir unos minutos para quitarles la piel, después los troceo y a freír con un chirrido de aceite virgen y a fuego lento con calma, una pastilla de avecren al gusto y para terminar azúcar al gusto y me lo empujó con una tranquilidad de que lo he hecho yo que ummm
ResponderEliminarHola, suelo hacer tomate frito casero y lo he hecho de muchas maneras, con diversos tipos de tomates, y añadiendo más o menos ingredientes según el gusto del momento. Cada vez que lo mezclo con la pasta no puedo dejar de preguntarme siempre lo mismo: ¿Qué demonios le ponen al tomate frito industrial para que la pasta se quede roja? Siempre que utilizo la mía, mis platos están riquísimos pero el resto de los alimentos apenas coge un poco de color, y por supuesto, el plato casi no se mancha.
ResponderEliminarHola, en este hilo intentan contestar a tu pregunta:
Eliminarhttps://twitter.com/centinel5051/status/1083393666633347072