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6 ago 2020

Grasa dietética y mortalidad, lo que dicen los estudios observacionales

Aunque con frecuencia todavía se sigue hablando de la grasa dietética como una sola cosa, cada vez está más extendido el conocimiento sobre los diferentes tipos de grasa, algo imprescindible ya que la relación con la salud de cada tipo es diferente. En la mayoría de mis libros he dedicado muchas páginas a explicar todos estos tipos y sus posibles relaciones con indicadores clínicos. 

Toda esta información ahora puede completarse con otro metanálisis sobre el tema. Se trata de "Association between dietary fat intake and mortality from all-causes, cardiovascular disease, and cancer: A systematic review and meta-analysis of prospective cohort studies" (2020), publicado hace tan solo unas semanas en la revista Clinical Nutrition. Los autores de esta investigación recopilaron los estudios observacionales existentes (que involucraron a un millón de personas) sobre la relación entre la ingesta de diferentes tipos de grasa (total, polinnsaturada, saturada, monoinsaturada y trans) y la mortalidad por diversas causas (general, por enfermedad cardiovascular y por cáncer), para llegar a conclusiones generales al respecto. Lo didáctico de esta revisión es que, basándose en todos los resultados, se han calculado las curvas que representan estas relaciones ingesta d egrasa-mortalidad, lo cual permite disponer de representaciones visuales sencillas de interpretar.

A continuación pueden ver estas curvas de ingesta y riesgo de mortalidad, para cada tipo de grasa:


Grasa total:


La ingesta de grasa total muestra una relación inversa con la mortalidad en general, no parece tener relación con la mortalidad cardiovascular y muestra una relación variable en el caso de la mortalidad por cáncer, con una tendencia levemente creciente del riesgo al principio pero con una reducción a partir del 25% de la energía.

Grasa monoinsaturada:


En el caso de la grasa monoinsaturada (como la del aceite de oliva) la relación es inversa para los tres tipos de riesgo de mortalidad (más ingesta se asocia a menor riesgo), más clara hasta una ingesta del 10-12% de la energía.

Grasa poliinsaturada:


Como se aprecia con bastante claridad, la grasa poliinsaturada es la que presenta una relación inversa más clara con el riesgo de mortalidad de cualquier tipo.


Grasa saturada:

La ingesta de grasa saturada muestra una relación positiva con la mortalidad, que desaparece al llegar al 8-10% de la energía ingerida en el caso de la mortalidad global y cardiovascular, pero que se mantiene creciente en el caso de la mortalidad por cáncer.

Grasa trans:

En el caso de la grasa trans la relación parece ser compleja. Respecto a la mortalidad general el riesgo aumenta hasta el 2% de la energía y después disminuye. Y respecto a la mortalidad cardiovascular y por cáncer, la relación es la contraria en cada caso: aumenta y disminuye respectivamente. Puede que esta diversidad esté relacionada con los diferentes efectos de los diferentes tipos de grasas trans existentes, algo de lo que hablé en este post anterior.

Conclusiones:

Estas son las conclusiones a las que llegan los autores :

"...las dietas altas en grasa total, grasa monoinsaturada y poliinsaturada se asociaron con una menor mortalidad por todas las causas, en comparación con las dietas bajas en grasas, mientras que las dietas altas en grasas saturadas y grasas trans se asociaron con una mayor mortalidad por todas las causas. Una dieta alta en grasa saturada se asoció positivamente con una mayor mortalidad por enfermedad cardiovascular y cáncer, mientras que una dieta alta en grasas poliinsaturadas se relacionó inversamente con una menor mortalidad por enfermedad cardiovascular y cáncer. Nuestros hallazgos respaldan las pautas dietéticas actuales para reducir la ingesta de grasas saturadas y grasas trans y enfatizan la ingesta de grasas mono y poliinsaturadas".

De cualquier forma, recuerden que estamos hablando de estudios observacionales, por lo que hay que ser prudente a la hora de hacer deducciones de causalidad. 

Y antes de decidir reducir de forma general su ingesta de grasa saturada, les recomiendo leer este post anterior sobre cuál podría ser la mejor forma de abordarlo, teniendo en cuenta la naturaleza de los alimentos que la aportan, algo importante y que también mencionan los autores de este metanálisis. Si quieren profundizar más en el tema, en este enlace encontrarán una buena cantidad de artículos sobre la grasa saturada y la salud.

5 comentarios:

  1. Buen artículo. Soy fan de tu blog. Tengo una consulta y no se si puedas ayudarme. Quiero consultar una tabla de ingesta mínima y máxima recomendada de vitaminas y minerales pero las pocas que encuentro tienen valores distintos. ¿Podrías indicarme cuál es la más actual?

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    1. Hay mucha dispersión y falta de consenso sobre el tema, pero puedes utilizar las recomendaciones de la EFSA. Tienen una web para consultar los valores dietéticos de referencia de muchos nutrientes:
      https://www.efsa.europa.eu/en/interactive-pages/drvs

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    2. Y en español aquí: https://www.efsa.europa.eu/en/interactive-pages/drvs?lang=es

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  2. ¡Excelente tu blog! Mirando las gráficas, me pregunto ¿Ingerir en forma de grasas el 45% de las calorías totales por tiempo indeterminado podría no ser perjudicial? ¿Hay algún estudio que contradiga esto? ¿Por qué las recomendaciones entonces se limitan al 30%, 35% o 40%? ¡Muchas gracias!

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    1. En efecto, una dieta con esa cantidad de grasas podría no ser perjudicial. Por ejemplo, en este estudio un porcentaje de grasas por encima del 40% se asoció a menor riesgo de mortalidad: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26561617/
      Respecto a por qué las recomendaciones suelen incluir porcentajes menores... pues es una buena pregunta.

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