"Somos todo química", dijo alguno. "Y física, y matemáticas", añadiría yo, pero quedémonos en la química y en concreto en las reacciones de oxidación, aquellas que estudiábamos en el colegio en las que las moléculas parecían tener especial cariño en arrimarse al oxígeno. Estas reacciones son parte de la vida, del metabolismo, del intercambio de energía. Y también la oxidación es el mecanismo mediante el que envejecemos, nuestras células mueren, y los cánceres se desarrollan.
En estos procesos los radicales libres, moléculas con especial afinidad por el oxígeno, tienen un papel protagonista... y un nombre muy marketiniano. Porque mira que suena bien "combatir los radicales libres" en un anuncio de cremitas o de pastillas milagrosas. Y si esos compuestos antirradicales se llaman antioxidantes, otro nombre guachi, ya tenemos el spot publicitario montado; redactado suficientemente convincente pero prudentemente impreciso, por si acaso: "Nuestro producto con antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres, responsables del envejecimiento".
¿Te suena? Existen antioxidantes naturales en la fruta, las verduras y en muchos otros sitios, así que bastaría con extraerlos, reempaquetarlos y tomarlos en cómodas dosis. Suena lógico, ¿no?
O mejor dicho, suena a negocio, porque estos argumentos son demasiado burdos, los procesos químicos de un organismo son complejísimos, con infinitas interacciones y sinergias entre ellos y no se pueden simplificar tanto. Los antioxidantes como complementos o suplementos vitamínicos no valen para nada, es más, parece que podrían hasta ser negativos. No lo digo yo, lo dice un reciente estudio publicado en la revista médica más importante de EEUU, JAMA, un metaanálisis (estudio que analiza miles de otros estudios) que dice que tomar pastillitas de los antioxidantes comerciales por excelencia (beta caroteno, vitamina A o vitamina E) puede causar un aumento de la mortalidad. El diario El País ha publicado un interesante artículo en español al respecto, con un explicativo títular: "Antioxidantes, peor que inútiles".
El estudio se refiere a los suplementos alimenticios, pastillas y demás, así que no dejes de tomar los alimentos que, entre otras muchas cosas, aportan antioxidantes naturales y son mucho más sabrosos: Frutas y verduras. Estos sí que aportan demostrados beneficios.
(Post publicado originalmente en el blog del autor "El blog de Centinel")
En algún artículo del blog comenté,"¿no sería mejor intentar evitar la aparición exagerada de radicales libres antes que atiborrarse a antioxidantes para combatirlos?
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